Brenda Uliarte se decidió a hablar, tras permanecer durante un año presa por el intento de asesinato contra la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y entregar información clave para la investigación del intento de magnicidio.
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No lo hizo ante la jueza Capuchetti, ni ante el fiscal Rívolo, sino que presentó un escrito de ampliación de indagatoria, en el que buscó despegarse de su expareja, Fernando Sabag Montiel, y entregó datos claves sobre su vinculación con el grupo Revolución Federal.
«Yo no sé por qué ‘Nando’ hizo esto, pero sí sé que él no es capaz de organizar y hacer todo esto solo. Claramente alguien está atrás. Yo nunca vi a Milman pero decían que le pagaba a varias personas para que participaran en manifestaciones y con ello generar disturbios y violencia alrededor de la residencia de Cristina Kirchner. A ver. Yo no digo que financiaron el atentado pero sí financiaban para agitar y armar quilombo. Y (el jefe de los copitos, preso, Nicolás) Carrizo sabe todo eso, pero él va a cubrir a ‘Nando’ porque no quiere tener quilombos con los de arriba, saben que hay pesos pesados”, escribió.
En más de seis páginas, Uliarte describió a Sabag Montiel como un golpeador y manipulador, que nunca creyó que fuera a concretar el atentado y que, incluso, intentó frenarlo. Judicialmente, sin embargo, lo más revelador fue que lo vinculó a la agrupación Revolución Federal y al diputado del PRO, Gerardo Milman.
«Yo fui un solo día a la sede de Revolución Federal a vender copitos porque me llevó Fernando. Él era parte de todo, no yo. De echo (sic) si le preguntan a los miembros de Revolución Federal nadie me conoce; o si me vieron fue alguna vez vendiendo copitos en algún acto, no porque interese el acto en sí, porque se vendía re bien”, relató.
Y sostuvo que no podría asegurar que el intento de homicidio fue pagado, porque Montiel no se lo comentó, “pero sí en dos oportunidades me contó que financiaban a Revolución Federal. Había gente contactada al Gobierno anti K, que pagaba para que vayamos a las marchas y actos; en realidad le pagaban a él y él me llevaba a mí”, dijo.