Los compromisos hasta 2025 presentan retos significativos para la administración, que busca mantener el control y abrir mercados internacionales.
Por Esteban Rafele
Mientras el Senado debatía la ley de Bases que reenvió a Diputados, el Gobierno daba inicio al segundo semestre financiero. En sincro, el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció el fin de las tasas reales negativas en pesos y el Banco Central formalizó un acuerdo para refinanciar los USD 5000 millones del swap de libre disponibilidad con China y despejar el horizonte inmediato. El Ejecutivo busca dejar atrás ruidos luego de un mes de turbulencias en el mercado. Pero aparecen nuevas montañas de vencimientos de deuda en el horizonte. La suma de obligaciones en pesos y moneda extranjera hasta fin de año equivale a USD 35.500 millones o 5,3% del PBI. En 2025, con más pagos al FMI y deuda privada, deberán atenderse USD 42.900 millones, equivalente al 6% del PBI.
Son estimaciones de Eco Go. La consultora que dirigen Marina Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi relevó que a la cuenta se añadiría otro 10% del PBI si el Banco Central elimina todos los pases, la deuda de renovación periódica que entrega a los bancos y que está en la recta final de “saneamiento”, según festejó el presidente Javier Milei este miércoles.
Esa eliminación de pasivos del Banco Central tiene como contraprestación nueva deuda que toma el Tesoro. Son vencimientos periódicos que el Gobierno deberá renovar o saldar, y que hoy “rollovea” sin demasiados inconvenientes gracias al cepo. La restricción a la dolarización de portafolios de empresas facilitó la colocación de esos bonos, hasta ahora, a tasas negativas.
Esos vencimientos en pesos son de corto plazo. La Secretaría de Finanzas que encabeza Pablo Quirno comunicó este miércoles la adjudicación de Letras de Capitalización (Lecaps) a bancos y otros inversores por $ 5,4 billones, con vencimientos a septiembre, a una tasa del 4,25% mensual.
La suba del dólar del último mes entregó una señal que Caputo leyó: no había más margen para bajar tasas. Ayer, el ministro dijo: “La época de la tasa real negativa, para nosotros, culminó hoy”. La Secretaría de Finanzas informó que rechazó colocaciones a plazos más cortos y menor interés para dar la señal de tasa mensual. “Consideramos que el proceso de tasa real negativa ha llegado a su fin, habiendo cumplido el doble objetivo de contribuir al saneamiento de la hoja de balance del BCRA y ser un pilar fundamental en la reducción de la inflación durante estos 6 meses de gestión”, indicó.
Casi en sincro, el Banco Central comunicó el acuerdo con su contraparte china, el Banco del Pueblo, para refinanciar el tramo del swap de libre disponibilidad por casi U$S 5000 millones que había que saldar entre junio y julio. El acuerdo contempla un plazo de pago de 12 meses, a partir de julio de 2025 y hasta ese mes de 2026.
El comunicado de la entidad que preside Santiago Bausili dejó de lado cualquier estridencia y reforzó los lazos con el “socio comunista”. “La activación de los 35 mil millones de yuanes en 2023 le permitió al BCRA administrar los flujos de balanza de pagos en momentos críticos para la economía doméstica”, agradeció. “La extensión hasta julio de 2026 del tramo activado del swap de monedas le permitirá al BCRA seguir reduciendo los riesgos que enfrenta durante la actual transición económica, iniciada en diciembre de 2023, hacia un régimen monetario y cambiario consistente y sostenible”, continuó. “De esta manera, la cooperación entre ambas instituciones monetarias iniciada en 2009 se ha visto renovada y los lazos financieros y económicos entre ambos países se ven reforzados”, destacó el organismo, mientras el Gobierno confirmaba un viaje de Milei a Beijing en la agenda.
El Banco Central despejó un vencimiento que no iba a afectar en las reservas brutas, en las que se cuenta el swap, pero sí en la liquidez, en momentos en que mermó la liquidación de la cosecha y el tipo de cambio paralelo escalaba.
La bola de deuda
Pero la estrategia de saneamiento tiene un costo que asume el Tesoro. “¿Es lo mismo para los bancos tener LECAPs que Pases Pasivos?”, se preguntó Equilibra en un reporte reciente. “No, por eso el Tesoro tuvo que pagar una “prima” para incentivar la migración. Los bancos obtienen un mayor rendimiento a costa de asumir un mayor riesgo”, explicó.
Según Eco Go, el Gobierno debe afrontar hasta fin de año el equivalente a USD 27.000 millones en deuda en pesos (una masa creciente, a medida que se refinancia y se suman los pasivos del Banco Central). A eso se suman otros USD 13.000 millones en compromisos con organismos multilaterales, el Fondo Monetario Internacional y acreedores con bonos en dólares. Y comienzan los pagos del BCRA por los bonos Bopreal a importadores y empresas.
En julio, el Estado debe afrontar pagos por bonos del canje que llevó adelante el exministro de Economía Martín Guzmán por unos USD 2000 millones, más el pago al FMI por casi USD 650 millones, además de pagos a otros organismos que suelen refinanciarse. “Suman unos USD 2800 millones”, dijo Fernando Morra, socio de Guzmán en la consultora Suramericana Visión y exsecretario de Política Económica. “Puede haber un susto con la brecha si el Gobierno no llega fortalecido en términos de acumulación de reservas”, agregó, en momentos en que se frena la liquidación de la cosecha.
Hacia adelante, los vencimientos en dólares pondrán más presión y el Gobierno deberá encontrar la manera de abrir los mercados internacionales para refinanciar compromisos. “El primer test importante de deuda privada es en enero, por USD 4500 millones”, dijo Menescaldi, de Eco Go. “Eventualmente podrían exigirse las reservas, si el riesgo país no bajó lo suficiente”. agregó.
“Con un riesgo país por encima de 1500 puntos, se complica la refinanciación de los
vencimientos de deuda, justo cuando el Gobierno ha venido traspasando pasivos desde
el BCRA al Tesoro”, indicó el Ieral de la Fundación Mediterránea. “Y los vencimientos de deuda externa, de aquí a fin de 2025, ocurrirán a un ritmo de USD 1000 millones por mes, considerando títulos públicos de Nación y provincias, junto con el Bopreal”, añadió.
Ese escenario obliga al Ejecutivo a mostrar un camino de salida del cepo para abrir el mercado de deuda. “El año que viene, vencen USD 12.000 millones” en moneda dura, dijo Morra. La emisión de nueva deuda debe pasar por el Poder Legislativo. “Creo que no podrán emitir bonos con las condiciones que tienen en el Congreso”, agregó. No hacerlo “limitará la acumulación de reservas, lo que, a su vez, limita el crecimiento del PBI”, sostuvo.
“Sin acceso al mercado, el año que viene se va complicar”, dijo Martín Kalos, director de la consultora Epyca. “Es una mala señal en sí misma y, además, le muestran a quien va a hacer rollover de deuda en pesos o en dólares que no hay otro financiamiento disponible”, explicó.
Consultores y bancos (que le prestan al Tesoro cada vez más plata) ven un escenario complejo, pero no insostenible. En las entidades financieras creen que la deuda en pesos se renovará periódicamente sin problemas si el Gobierno muestra superávit financiero (es decir, un resultado de caja que alcance para pagar los gastos y los intereses de deuda). Es la gran meta de Caputo. El superávit primario no está en discusión, aunque los bancos dudan de que sobre plata para reducir la carga de intereses.
Para Economía son escollos que se van superando. El Ejecutivo celebra el sendero de desinflación, Milei anticipó que el primer semestre terminará con superávit financiero (aunque con junio en deterioro) y espera que el paquete fiscal ayude a mejorar la recaudación. Caputo anticipó que este jueves el directorio del FMI enviará el desembolso pendiente por USD 800 millones y que, a partir de ahora, se negociará el nuevo programa. Espera que contenga “nueva plata”, dijo el martes.
El ministro de Economía saca pecho ante las críticas de distintos economistas. El miércoles, en Expo EFI, se quejó ante los organizadores: “Acá les dan el micrófono a algunos que no han embocado una. Pronosticaron cualquier cosa, siguen diciendo cualquier cosa y siguen dando cátedra. Tienen un ego demasiado grande o tendrán alguna razón política”, dijo. Antes habían expuesto Daniel Artana, de FIEL, la mencionada Dal Poggetto y Martín Rapetti, de Equilibra. También lo hizo Milei, que trató a varios economistas de “ensobrados”.
El presidente también adelantó que el próximo paso es dar solución a los “puts”, un mecanismo por el cual los bancos pueden venderles los títulos en su poder al Banco Central en cualquier momento. “Si se ejecuta, son 4% del PBI”, dijo el Presidente. El Gobierno dice que atenderá ese problema, pero los bancos no recibieron pistas sobre lo que piensa hacer el Ejecutivo. (Cenital)