Según un estudio realizado por el INDEC, el 66% de los niños en Argentina son pobres o no llegan a cubrir necesidades básicas como vivienda, protección social y educación. Son aproximadamente 8,8 millones las niñas y los niños que sufren carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales básicos.
Los datos se retoman de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC que señalan que en el primer semestre de 2022 el 51,5% de las niñas y niños son pobres por ingresos: viven en hogares donde no llegan a cubrir la canasta básica de alimentos y servicios. Si incorporamos además las privaciones no monetarias como el acceso a la educación, a la protección social o a una vivienda, el número asciende al 66% de los niños del país.
Son alrededor de 8 millones los niños que experimentan carencias monetarias o de algunos de los derechos fundamentales. Con esto el estudio refleja que 3 de cada 10 chicas y chicos viven en hogares con ingresos insuficientes y tienen al menos un derecho básico vulnerado.
“La magnitud y persistencia de la pobreza generan la necesidad urgente de proteger las partidas presupuestarias destinadas a infancia y adolescencia”, declaró la Representante de UNICEF Argentina Luisa Brumana. Y agregó: “El presupuesto es un factor clave en la reducción de la pobreza de chicas y chicos. Es fundamental priorizar las políticas públicas y, particularmente, los programas de protección de ingresos que han demostrado ser una herramienta potente para mitigar la pobreza y, sobre todo, la pobreza extrema”.