Las industrias manufactureras tuvieron un crecimiento mínimo en Uruguay, un escenario que desde el segundo semestre de 2022 era previsto por los empresarios del rubro. La tendencia, estiman, continuará durante este año y tienen expectativas de que se revierta desde el 2024.

La diferencia cambiaria de Uruguay con Argentina, que hace que para los uruguayos sea atractivo cruzar las fronteras para hacer las compras, es uno de los principales motivos de las dificultades de este sector.

La Cámara de Industrias de Uruguay (CIU) cree que la “falta de competitividad” es lo que explica el crecimiento mínimo del sector, según dijo el presidente de la gremial, Fernando Pache, al programa Desayunos Informales de Canal 12. Uruguay tiene un “atraso cambiario importante”, los costos de las matrices productivas de la industria “más caros de la región” y rigidez en las relaciones laborales, enumeró el empresario justificar las dificultades del sector.

La suma de estos factores hace que sea más conveniente importar los productos desde otros lugares del mundo, especialmente Argentina. “Es mucho más rentable que encarar la producción nacional”, dijo Pache.

Un aspecto adicional que le quita “atractivo” a la producción en Uruguay es una cotización del dólar baja (este lunes la divisa americana cotizaba a 37,91 pesos uruguayos).

La diferencia cambiaria con Argentina (donde la cotización del dólar blue supera los $ 500) hace atractivas las compras en ese país para los uruguayos, que cruzan de a miles los fines de semana por los distintos puntos de frontera.

“Nosotros no podemos hacer mucho con la diferencia de precios. Más allá de que ellos tienen una inflación galopante y que los precios se acomodan en ese sentido, el tipo de cambio en Argentina no para de subir y eso no lo vamos a poder mejorar. Es un tema macroeconómico de un vecino, de un hermano y de un socio, que desde nuestra óptica hay que cuidar y no tanto criticar porque es un cliente muy importante del Uruguay”, dijo Pache.

El industrial indicó que Uruguay podría hacer “muchísimos más controles” en las fronteras y limitar los volúmenes de mercadería que se ingresan. “Salen decenas de miles de dólares cada fin de semana largo por personas que compran en Argentina”, sostuvo Pache.

La limitación en los volúmenes de la mercadería que reclama Pache es la medida popularmente conocida como “cero kilo”, que durante la pandemia prohibió el ingreso de productos a Uruguay al regreso de Argentina. Luego se puso un límite de 5 kilos. Pero no se estarían controlando con rigor su cumplimiento.

Pache aclaró que no está en contra de que una familia “necesitada” cruce la frontera. “Cuando hablamos de kilo cero hablamos de un titular, pero no hablamos de que una persona, como existió siempre, pueda cruzar al lado brasileño a pie o pueda cruzar los puentes y traer su canasta y su surtido”, agregó.

Sin embargo, los gastos del otro lado de la frontera se van al “extremo”. Por eso, el pedido de los empresarios apunta a que haya controles más “serios y efectivos”.

“Si se hace la vista gorda, esto va a terminar mal”, indicó el empresario. Ese dinero queda en Argentina y son dólares que “salen del sistema de las tarjetas, de la compra y del comercio supermercadista”, lamentó. Las ventas de la producción nacional disminuyeron entre un 30% y 40%, aseguró.

“¿Les podemos prohibir que vayan de paseo? No, en absoluto. Pero que se traigan los surtidos de carros de supermercados nos parece mal”, indicó.

“Cuando uno trae un surtido en un auto con una familia de cuatro o cinco personas, usted no trae una comida, no trae una entrada de cine o de teatro. Usted trae 20 días de alimentación, de servicios y de productos de limpieza. No es un ratito. Todo el mundo tiene el derecho, pero nosotros tenemos que cuidar nuestro país y su industria”, aseguró.

El empresario gremial aseguró que algunas firmas uruguayas han abandonado Uruguay y se instalaron en Paraguay y Brasil, o se dedicaron a ser importadores. “Si no hay, más que voluntad, inteligencia de ambos lados (empleadores y sindicato), uno se va a encontrar con que la empresa se transforma en importador o distribuidor”, advirtió.

“Los costos de la matriz productiva en algún momento se van a tener que rever. Se han hecho cambios en la parte energética que pueden ser favorables a la autoproducción eléctrica industrial. El tema laboral tuvo cambios favorables en los últimos meses”, destacó el empresario como aspectos del país.

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