Después de buscar apoyos en Moscú y Pekin, Martin Guzmán volvió a la Argentina con desafíos muy complejos por delante. Una vez que se logró un primer entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), los siguientes pasos serán en los siguientes ejes: inflación, dólar, financiamiento, y la aprobación del acuerdo en el Congreso.

Si hay concordancia en el Gobierno es en relación a la inflación. Según expresó el ministro en una entrevista reciente previo a su viaje a Rusia, «Con el acuerdo que alcanzamos, Argentina va a seguir generando trabajo, creciendo, gradualmente vamos a poder ir bajando la inflación… cuanto mayor sea el apoyo, más chances vamos a tener de que nos vaya mejor». El acuerdo con el Fondo garantizaría una política cambiaria menos errática, que al fin y al cabo, es la que impacta en precios. Roberto Feletti, secretario de Comercio Interior que trabaja codo a codo con el ministro de economía para ir hacia esa política de precios que ayude como ancla a la inflación, estimó en el día de ayer que la inflación de enero volverá a ser alta pero que en marzo, irá bajando. Lo cierto, es que la presión en precios va a estar influenciada por dos variables: segmentación de tarifas y el reciente aumento en combustibles. Por lo cual, la inflación será al menos en la primera parte del año, muy elevada.

Según el último informe de mercado publicado por el Banco Central, para enero, la inflación estimada fue del 3,8%, a la espera del dato oficial que el INDEC dará a conocer la semana que viene. Las expectativas mostraron que se prevé una tasa mensual cercana al 4% de acá a abril, para luego comenzar a desacelerarse tenuemente.

Dólar

Tras el primer entendimiento, se mantienen las dudas en el plano monetario y cambiario en relación a la letra chica del acuerdo. Aún resta por clarificar cómo se financiarán cerca de 12 puntos del PBI con una ayuda limitada del Banco Central. El haz bajo la manga que utilizará será el mercado local de deuda, que si bien le viene permitiendo cumplir con los vencimientos mes a mes, se irá fortaleciendo durante todo el año.

El mercado espera que el tipo de cambio oficial mayorista llegue a $160 para diciembre, lo cual implicaría una tasa de devaluación anual del 57%, inferior al 60,7% que se esperaba en diciembre. En la actualidad, la brecha cambiaria se mantiene por encima del 100%. Negada la posibilidad de un salto devaluatorio, la única opción que resta es aumentar la oferta.

Si bien el mayor ajuste de «crawling-peg» aún permanece por debajo de la inflación, el mercado espera que la autoridad monetaria aumente el ritmo de suba del dólar oficial, después de que se anuncie un nuevo incremento en las tasas de interés, que arrojen rendimientos positivos, tal como acordó el país con el FMI en el principio de acuerdo conocido a fines de enero por la refinanciación de la abultada deuda en dólares. El dato de inflación de la semana que viene, que se ubicaría por encima del 3.5%, será clave para que la autoridad monetaria tome alguna definición sobre su política monetaria.

Financiamiento

Hacía más de diez años que las reservas netas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) no se encontraban en un nivel tan bajo como el actual. La consultora GMA estima que tras los pagos al FMI, “las reservas internacionales netas (RIN) se encuentran en la zona de u$s95 millones, lo que se convierte en el menor monto desde al menos 2011″.

La consultora explicó que “cada vez es menor la cantidad de pesos que tienen cobertura contra reservas de libre disponibilidad, un aspecto que podría incentivar a los argentinos a dolarizarse más rápidamente en un marco de alta inflación e incertidumbre política y económica”. En ese marco complejo para las reservas, Martín Guzmán tiene en mira tres posibilidades: no solamente incrementar las inversiones (un ejemplo, es el reciente acuerdo firmado con China), sino que también se podría incluir una ampliación del swap con China o los DEGs que Rusia podría aportar al Fondo de Resiliencia del FMI. En eso, el ministro junto con el Banco Central seguirá avanzando, aunque la realidad es que el Fondo de Resiliencia es probable que beneficie a la Argentina recién a mitad de año. De todas maneras, por acuerdos con organismos multilaterales ya tendría garantizado al menos los u$s5000, la meta fijada con el Fondo Monetario.

El acuerdo en el Congreso

Tras su regreso a la Argentina, Martín Guzmán tiene adelante seis semanas para el pago de u$s2900 millones que deberá desembolsarse al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Tesoro afrontará una nueva obligación de pago con el organismo que al menos por un tiempo breve – ya que serán devueltos por el Fondo- incrementaría las dudas en una economía inestable en lo cambiario. Por ese motivo, el ministro buscará acelerar los pasos para lograr la aprobación del acuerdo con el Fondo en marzo y así evitar ese vencimiento.

En principio, resta definir el cronograma de desembolsos una vez que tenga vigencia el Extended Fund Facility (EFF). El primer envío de Washington tendría lugar en los últimos días de marzo y por un monto mínimo que al menos devuelva lo pagado por el Tesoro entre el 2020 y el 2021 mientras la negociación sigue en marcha.

El entendimiento implica un nuevo programa de dos años y medio con desembolsos de dinero que la Argentina utilizará para cancelar el stand by contraído por el gobierno de Mauricio Macri y fortalecer las reservas. Luego habrá un período de 10 años para cancelar la refinanciación, que comenzaría en 2026. El día de ayer, el Presidente Alberto Fernández confío en que el acuerdo será aprobado por la totalidad de Frente de Todos.

Fuente: (Ámbito)

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