En Economía creen que habrá una baja moderada pero persistente, aunque con alimentos y textiles muy altos. Las posibilidades de que caiga por debajo del 6 por ciento.

El Gobierno y las consultoras privadas casi que coinciden en las lecturas sobre la inflación de octubre, un mes clave para ver si existe o no una tendencia a una desaceleración de los precios. En un año en el que se espera un alza de precio cercana al 100 por ciento, el ministro de Economía, Sergio Massa, se juega además una parada fuerte en octubre dado que es el primer mes «no contaminado» con el período pre Fiestas de Fin de año y pre vacaciones, donde en general los precios suelen dispararse. El mayor problema que afrontará, una vez más, es que alimentos y otros rubros, como el textil seguirán computando muy por sobre la media. 

Según supo Página I12, la frase que usan en el Ministerio de Economía para describir lo que lo que se viene en el mes y lo que resta del año es la de un «sendero decreciente leve pero persistente». Hasta ahora, en julio la inflación fue de 7,4 por ciento, mes que en el Gobierno apuntan como engrosado por la salida de Martín Guzmán; luego bajo a 7 en agosto y a 6,2 en septiembre, la primera inflación 100 por ciento Massa. Si bien no arriesgan, no descartan algunos que en octubre los precios puedan quedar por debajo de los 6 puntos. 

«Alimentos va a seguir alto, es un problema», admiten en el Gobierno, donde tampoco niegan que vuelva a haber precios muy elevados de la ropa, que viene acumulando una inflación mensual pareja del 10 por ciento y una anual de 118 por ciento. Vale decir que, aún en este contexto, considerando que el IPC del INDEC es un promedio, el Gobierno tiene herramientas que no está utilizando para estabilizar el indicador general. Por ejemplo, moderar en línea con la inflación las autorizaciones de subas a prepagas, evitar aumentos tan seguidos de combustibles y telecomunicaciones, y no aplicar la quita de subsidios a las tarifas hasta tanto no se estabilice el escenario. Con eso, el IPC sería mucho menor que el actual. Naturalmente, eso sería de una utilidad simbólica fuerte desde lo político, pero aún quedaría el problema central, el valor de los alimentos, que es lo que distorsiona los ingresos y la canastas de pobreza e indigencia. 

En este contexto, para Massa recién en enero y febrero del 2023 podría haber cierta estabilización de la inflación en torno a los 4 puntos o un poco menos. 

Qué dicen las consultoras

Ecolatina, la empresa que mide con bastante cercanía al INDEC, mostró en los primeros quince días de octubre un alza de precios de 6,3 por ciento, una baja de un punto porcentual respecto a agosto. Según Santiago Manoukian, economista de la firma, cuando se mira el detalle por rubros, la ropa vuelve a subir fuerte (10,6 por ciento) y Atención Médica y gastos para la salud (8,6), empujado por aumentos en las prepagas. 

En la otra esquina, las menores variaciones se vieron en Otros Bienes y Servicios (+2,5 por ciento) y en Educación (+3,7). En tanto que Alimentos y Bebidas se ubicó de nuevo por sobre el nivel general, con un alza de 6,7. Pesó mucho allí el alza de frescos: Verduras (+23,0); Aceites (+10,1); Frutas (+8,1); más Leche (+7,6); Fideos y pastas (+7,5) y Caramelos, Golosinas y Cacao (+7,5). Asimismo, los Regulados tuvieron un alza de 5,7 por ciento, un alza que está 1,6 puntos porcentuales por debajo de la primera quincena de septiembre. 

De todos modos, según Ecolatina, la segunda parte del mes será de una dinámica de menos inflación. Así, esperan una inflación del 6 por ciento en el mes, acumulando un 88 por ciento en los primeros 10 meses del año. Sin embargo, Ecolatina afirma que «sobre esta base, el último trimestre del año mantendrá un piso elevado, con un crawling peg sostenido en niveles elevados y sin un ancla que estabilice las expectativas en el horizonte, aportando una mayor persistencia al fenómeno inflacionario. En consecuencia, esperamos que la inflación se acerque al 100 por ciento para fin de año». Para completar, Ecolatina ya habla del 2023 y hace una apuesta: «los principales factores presionando sobre los precios que estuvieron presentes en 2022 (acuerdos salariales mayores y más frecuentes, expectativas desancladas, deslizamiento cambiario sostenido en niveles elevados, y una inercia inflacionaria que no parece disiparse en el futuro inmediato) seguirán encendidos; por lo que no hay indicios de una desaceleración sustancial de la inflación en el próximo año». 

Por su parte, Eco Go, la consultora que dirige Marina Dal Poggetto, estimó una inflación del 6,5 por ciento en octubre, con alimentos subiendo un 0,8 en la última semana, algo menos de lo que se había previsto. 

Fuente: (Página 12)

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