Ni bien se dio a conocer el compañero de fórmula de la ex dirigente de la Alianza y del PI, actual funcionaria del PJ, Rosario Romero, se estableció la primera estrategia de campaña para poner palos en las ruedas, intentar bajar al mejor posicionado en este momento, y desde entonces, no paran de «operar» con la versión de un supuesto abandono del precandidato Gustavo Guzmán.

Desde enero el actual presidente del PJ en Paraná, ex diputado provincial y actual director de ANSES en la capital entrerriana, Gustavo Guzmán, viene mantenimiento asambleas con vecinos de todas las seccionales y reuniéndose con el sector privado de todos los ámbitos, con la firme convicción de articular su plan de gobierno a partir del próximo 10 de diciembre en la Municipalidad de Paraná.

En ese camino y trabajo de campaña electoral al que se suman dirigentes de amplia trayectoria y militantes de distintas organizaciones ligadas a la tarea social, el precandidato emergente de «La Jauretche», espacio que gobernó la ciudad durante dos periodos consecutivos a través de Julio Solanas, no ha dejado de crecer en la intención de votos. Esto comienza a generar temor o preocupación entre sus circunstanciales adversarios, especialmente en una muy cuestionada Rosario Romero, la elegida del gobernador Bordet, quien acaba de presentar, sin ningún tipo de sorpresas, a su par de fórmula, David Cáceres.

Ensuciar la cancha

Mientras Gustavo Guzmán continúa fortaleciendo su propuesta en sectores estudiantiles, barriales, empresariales y fundamentalmente en diálogo con la dirigencia justicialista de todos los estratos, en el casillero «romerista», buscan bajarle el precio y lo único que han encontrado para intentar ese camino es, instalar la versión sobre que Guzmán se bajaría, no llegaría a competir y arreglaría antes del proceso electoral.

También se supo que, un pedido de Romero fue, agotar todas las instancias posibles para no competir contra el «solanismo».

Tal vez la idea del sector de campaña que trabaja para la esposa y ex-secretaria de gobierno del ex-intendente Halle (considerada la peor gestión de la historia de Paraná), es debilitar la proyección que viene teniendo en la opinión pública el titular de ANSES y no encuentra herramientas de discusión intelectual para encarar esta etapa de la coyuntura, por eso solo se habla de Bahl o de Bordet y casi nada de su impronta. En tal sentido, habría que recordarle que, el precandidato Gustavo Guzmán, ha solicitado a su equipo de campaña, bajar la espuma y no atacar a ninguno de los posibles contrincantes de la interna por la que atravesará el Peronismo paranaense. Lo hizo desde una madurez y lectura inteligente acerca del desafío mayúsculo que tendrá el oficialismo luego de la PASO, donde absolutamente nadie sobrará. Pero no únicamente solicitó eso Guzmán, también ha sumado a sus mensajes, un fuerte acompañamiento y puesta en valor de la gestión Bahl, ratificando la necesidad de continuidad con la incorporación del perfil social, nacionalista y justicialista del espacio al que pertenece.

«La gobernación de Bahl será el resarcimiento histórico para Paraná», fue lo último que se le escuchó decir.

Pero además, y para desterrar el fantasma de una probable reclinación de su candidatura, Guzmán siempre dejó bien claro ante cada asamblea vecinal y junto a su mentor político Julio Solanas, que sus intenciones de gobernar la capital provincial, es fruto de un trabajo que contiene al menos 20 años de planificación y surgió de la decisión de un equipo político conocido como «La Jauretche». No hubo dedo, ni predilección, hubo mucho debate y discusión, tal como suelen construirse los consensos más fuertes en cualquier organización.

No hay chances de abandonar

Finalmente y para que el sector de Romero, o su jefe de campaña redireccione su estrategia de desprestigiar al adversario, Gustavo Guzmán ha dicho, en varias ocasiones, que aún si Adán Bahl decidía repetir la intendencia, su precandidatura continuaría de todos modos.

Actualmente y teniendo en cuenta que a Romero la van a mostrar hasta cuando se le cambie el cuerito a una canilla o se pinte un cordón, desde la dirigencia que apoya a Guzmán aseguraron que las miradas y en el enfoque de su campaña, siempre estuvieron y estarán puesta las miradas en las necesidades de las y los paranaenses, sin perder tiempo en enojos estériles.

«Ocuparnos y enfocarnos en nuestras propuestas, en nuestros equipos de trabajo y en nuestro mayor sueño, ingresar el 10 de diciembre por la puerta grande del municipio para hacernos cargo y lograr tener una ciudad con Igualdad de oportunidades que achiquen al máximos las asimetrías sociales», es el pedido de Guzmán a su equipo de campaña.

Finalmente y en vista de este tema como disparador, se abre un debate interesante para dar. ¿De qué depende la candidatura de tal o cuál dirigente? ¿Caprichos personales? ¿rosca de poder? ¿Capacidad demostrada? ¿Proyectos colectivos? Y en todo caso, ¿dónde se militan esas candidaturas? ¿Focus Group? ¿Redes sociales y fake news? ¿Cara a cara y estableciendo contratos con la gente?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *