Así de clarito quedó en las últimas horas la postura tomada por dos jóvenes referentes del peronismo en La Paz. Uno recibió, saludó y abrazó al dos veces gobernador entrerriano Sergio Urribarri, y el otro no solo faltó a la cita sino que además realizó declaraciones en los medios diciendo claramente: “la sociedad ya emitió condena”. Este contrapunto es como para que se pueda ir viendo o imaginando el grado de consenso que se avizora en un demacrado justicialismo paceño que necesita imperiosamente, elevar en serio el nivel de debate.
Cumpliendo con uno de los destinos agendados en su amplio recorrido por el territorio provincial, Sergio Urribarri visitó la ciudad de La Paz con la intención de reflexionar junto a dirigentes y militantes, acerca de la coyuntura política, económica y especialmente judicial por la que atraviesa Argentina en general y la provincia en particular. Esto es lo que viene haciendo cada vez que lo invitan en distintos escenarios partidarios, sindicales y sociales de todo el territorio. Además de intercambiar apreciaciones del momento por el que se está atravesando, Urribarri abre el espacio para las diferentes miradas sobre el futuro político de la fuerza que gobierna actualmente los destinos de Entre Ríos.
Qué tiempos aquellos
En otras ocasiones, momentos en los que el urribarrismo se encontraba en la cresta de la ola, en la ciudad del norte entrerriano se empujaban entre funcionarios y dirigentes para llegar primero a la hora de saludar al entonces mandatario. Era la foto más buscada, al punto de casi “colgarse” del helicóptero oficial cuando éste realizaba sus maniobras de aterrizaje en suelo paceño. Hoy todo ha quedado en el pasado reciente y la tan exclamada lealtad solo es posible compararla con un fugaz amor de verano juvenil. Por lo menos para algunos.
Es solo una cuestión de actitud
Entre los que vieron como una mala idea la visita de Urribarri a la Unidad Básica “Eva Perón”, está el actual concejal del Frente CREER, Álvaro Castrillón, hijo del ex legislador provincial y ex presidente del STJ, Emilio Aroldo.
El joven Castrillón no solo faltó a la cita que se había hecho extensiva a todos quienes quisieran concurrir a “la casa del partido” de calle Urquiza, sino que además realizó duras declaraciones radiales al otro día. Al ser interpelado en plena entrevista por una de las conductoras centrales del horario matutino, respecto de la opinión que la sociedad tiene de la causa que involucra al ex gobernador; Castrillón coincidió en que “a Urribarri, la sociedad ya lo condenó” y en esa misma línea subrayó que no era propicio su visita. “Existen autoridades partidarias y una conducción en la Unidad Básica, ellos deciden y entiendo que no se le puede negar el ingreso a nadie, pero no es el momento”, expresó el concejal.
Parado totalmente enfrente a esta postura, el dirigente de la Juventud Peronista en el departamento La Paz, Julián Ballestena, hijo del tres veces senador provincial Aldo Ballestena, se mostró entusiasta de volver a ver a Urrtibarri en su ciudad e incluso dejó deslizar la frase, “se te extrañaba “Pato”.
En la reunión se pudo observar el acompañamiento de reconocidos militantes peronistas, tanto de la rama femenina, entre ellas Cristina Chialva, quien fuera dos veces Intendenta de San Gustavo, como también el apoyo de espacios ligados a la militancia social, entre ellos, el Movimiento Evita.
Lo expresado por Urribarri
«Nuestros rivales no tienen nada bueno para mostrar porque cuando tuvieron el poder lo único que hicieron fue daño. Nosotros tenemos muy frescos en la memoria los 12 años de Néstor y Cristina, un tiempo que en Entre Ríos nos permitió llenar la provincia de obras y realizaciones».
«Tenemos que asegurar que sea uno de nuestros candidatos o una de nuestras candidatas quien reciba la banda y el bastón de manos del compañero Gustavo Bordet. Ese es nuestro mandato y lo tenemos que lograr entre todos y todas».
Sacudir la modorra
Claramente, el salón que solía desbordar al punto de verse obligados a cortar la calle cada vez que llegaba el “Pato”a la ciudad, hoy dejaba entrever resabios de disputas internas que ni siquiera se animan a dar dentro de las filas del PJ paceño. Aunque en verdad, y para ser absolutamente honestos, teniendo en cuenta poder de convocatoria actual de parte de cualquier facción que integra el (FdT), no deja de ser una muy buena convocatoria.
Tanto es la falta de ánimo a debatir en el peronismo local que suelen repetir el típico error que aprovecha muy bien (JxC), y es que la “compañerada” llega “envenenada” a la definición de candidaturas que (una y otra vez), se definen entre cuatro paredes y a puertas cerradas, sosteniendo esa agonía hasta el proceso electoral que desde 2015 le viene devolviendo bofetadas de las que no pueden recuperarse.
Los jóvenes que reclaman espacios para un “natural” recambio en la dirigencia, ¿serán capaces de detectar el virus (heredado), de personalismos estériles?¿o podrán, aun en medio de las diferencias, construir liderazgos tales como los que supo construir desde el subsuelo de la política local, la juventud radical?