El Instituto Patria repudia la destrucción del monumento a Osvaldo Bayer en Santa Cruz, un homenaje al historiador y periodista que dedicó décadas a denunciar la violencia contra los obreros de la Patagonia.

Este acto nos recuerda los oscuros momentos de nuestra historia, cuando los autoritarios avanzaban con bombas, violencia y persecución. Son los mismos fusiladores del ’55, los que tiraban los bustos de Perón y Evita, los que prohibieron que se dijeran sus nombres, los que intentaron borrar la historia. Nada novedoso.
Lo que si es especialmente vergonzoso es que se utilice a Vialidad Nacional para derrumbar monumentos, en lugar de invertir en proyectos que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos con inversión en obra pública.
A pesar de sus esfuerzos por desaparecer la historia, no podrán borrar la memoria colectiva de nuestro país. La historia no les guardará lugar por brutos y violentos.