Movimiento Social, “Los Pibes” y el Frente Barrial “Pocho Lepratti 19-20”, asistieron a la familia Rivero luego de haber gestionado ante la subsecretaría de Políticas Comunitarias y Territoriales de la Provincia la posibilidad de llegar con energía solar a la precaria vivienda en la que habitan junto a sus dos hijos de 5 y 3 años. “Hacía 50 años que en ese lugar nadie hacía nada por brindar un servicio de energía eléctrica”, remarcaron y denunciaron abandono de las autoridades locales.

En otra de las acciones solidarias que caracteriza a los movimientos sociales que se enmarcan en la UTEP 19-20 La Paz, salió a la luz la historia de vida de una familia que integra un grupo de otras 30 familias más en el barrio Miraflores, en donde la faltante de acceso al servicio de energía eléctrica se torna una cuestión de vida o muerte a diario.

Bajo el lema: “Nadie se salva solo”, estas dos organizaciones populares que se encuentran en la localidad del norte entrerriano, realizaron la entrega de paneles solares y un freezer luego de exponer a modo de denuncia, el testimonio de Jesús Rivero, su esposa y sus dos hijos, una nena de 5 años y un nene de 3, quienes habitan en condiciones de extrema vulnerabilidad social.

“Tengo un rancho y un techo pero lo que más necesitábamos era poder tener luz”, comienza diciendo Jesús.

“Hemos ido a hacer reclamos y papeleo y nos tenían siempre a las vueltas. Hay familias numerosas en este barrio que están igual desde hace muchos años”, afirma.

Las mentiras de siempre

“Han venido políticos, nos han hecho propuestas y hasta hoy seguimos estando como estábamos. Las casas que nosotros tenemos las hemos levantado con nuestro propio esfuerzo, porque si esperábamos de los políticos no hubiésemos tenido nada”, subraya.

Una cuestión de vida o muerte

Al referirse acerca de los riesgos que corren constantemente por la faltante de energía eléctrica, el hombre asegura que, mayormente utilizan velas para alumbrar el interior de sus viviendas. “La vela a veces cuesta más de cien pesos, en mi caso se complica muchísimo más porque tengo dos chicos”, insiste.

Por su lado, la madre de los pequeños expresó que, están privadas del servicio de energía eléctrica todas las familias. “Somos 10 familias, alrededor de 30 niños. Hace poco una señora mayor, una abuela, tuvo un accidente y se quemó el pie. Al no tener luz, llevaba un candil o una vela y tuvo un accidente”, contó y agregó que pudo haber sido mucho más grave.

 “Con mi nene me pasó un caso. Estábamos durmiendo, porque uno a veces llega muy cansado de trabajar y se nos cayó la vela en la cama de mi hijo más chico mientras dormíamos. No nos dábamos cuenta que nos estábamos ahogando con el humo. Mi hijo se encontraba en llamas, gracias a Dios no pasó a mayores, se quemó un pedazo de colchón”, relató Jesús.

“Gracias a ustedes (movimientos sociales), ahora podemos ser escuchados. Hasta ahora tenemos lo que tenemos por nuestro esfuerzo. Sería ideal que nos ayuden, que nos escuchen. Ustedes vieron las necesidades que tenemos, la luz eléctrica es fundamental”, asegura.

“Somos familia que trabaja, no estamos pidiendo carne o yogurt, pero cuando nuestras familias compran para comer y no tenemos para mantener la cadena de frío, tenemos miedo que nuestros chicos se intoxiquen y tener que salir con ellos al hospital”, sostienen.

Reacción estatal más cercana

En sus palabras que mezclan felicidad por la ayuda recibida y tristeza por lo mucho que aún falta para igualar condiciones entre las muchas familias que se encuentran en esa situación, con una brecha que se extendió considerablemente en los últimos años, la mujer contó el trajín de gestiones ante el municipio local

“Hemos ido a Desarrollo (Social) de La Paz y nunca tuvimos una respuesta. Nosotros no estamos pidiendo una piscina, o celulares, estamos pidiendo poder tener electricidad”, indicó haciendo clara mención que no reclaman lujos y darse un gusto, sino una ayuda para la subsistencia.

“Durante la pandemia, nuestros chicos quedaron afuera de todo, porque no tenemos ni para cargar un celular”, cuenta con angustia.

“El intendente conoce nuestra realidad y no han hecho nada. Pedimos que nos escuchen afuera de la ciudad y que conozcan por lo que estamos atravesando. Ojalá nos escuchen y tengamos una respuesta positiva”, completa con esperanza esta madre, jefa de familia que lucha junto a los suyos desde hace muchos años por mejorar, al menos un poco, su calidad de vida y la de sus vecinos.

Agradecemos al Dirigente Social Juan Carlos Sánchez del Frente Barrial “Pocho Lepratti 19-20”, coordinador de la Mesa Gremial de UTEP La Paz, por acercarnos este material.

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