Este 24 de enero, la comunidad de La Paz, ciudad ubicada al norte de la provincia de Entre Ríos, festeja su Día Patronal. Conocé la historia y liturgia en torno a esta celebración.
Hacia mediados del siglo XIX resurgió la idea de Tomás de Rocamora de fundar una ciudad en el norte entrerriano. Así, en 1829 y por iniciativa del gobernador León Sola, se dispuso la formación de un pueblo y puerto en Cabayú Cuatiá. Sin embargo, el proyecto no se concretó.
El 7 de marzo de 1835 la Legislatura provincial creó una comisión para designar un punto sobre el río Paraná para fundar un pueblo. Tras recibir el informe de la comisión el 13 de julio de 1835 sancionó una ley para crear en el lugar denominado Cabayú Cuatiá Grande una villa con el nombre de La Paz, bajo la advocación de Nuestra Señora de La Paz, que fue promulgada por el gobernador Pascual Echagüe el 20 de julio de ese año.
En 1843 ya bajo la gobernación de Urquiza se crearon los cargos de alcalde y receptor de la villa, ocupados en primera instancia por Juan José Márquez y Damián Góngora respectivamente. Ese mismo año, la muerte de Romano Góngora, padre del anterior y comandante del Escuadrón La Paz, permitió la llegada de Antonio Exequiel Berón en su reemplazo. Este se vinculó profundamente con el acontecer del pueblo hasta su muerte en 1873. Por instancia suya se levantó la primera capilla que albergó la imagen de la patrona de la ciudad, luego trasladada al edificio que hoy es el salón parroquial.
Historia de Nuestra Señora de la Paz
Nuestra Señora la de la Paz es una advocación de la Virgen María en la religión católica.
En El Salvador, en la iglesia de San Miguel, se venera la imagen de Nuestra Señora de la Paz. La Virgen tiene en su brazo izquierdo al Niño Jesús y en el derecho una rama de palma u olivo, como símbolo de la paz.
Cuenta la historia que la intercesión de la Virgen de la Paz fue determinante para la pacificación del país, agitado por las luchas entre monualcos y migueleños en enero de 1833.
Estos últimos fueron derrotados por el coronel Benítez, quien junto a sus tropas entró en la ciudad San Miguel. Queriendo dar testimonio de su benevolencia hacia los migueleños y sustentar la paz sobre una base sólida, mandó sacar del atrio de la iglesia parroquial la venerada imagen de Nuestra Señora de la Paz.
Luego de alinear sus tropas en torno a la imagen, se postró ante ésta y colocó su espada a los pies de la Virgen, tomándola por testigo. El coronel Benítez volvió a tomar su espada y después de haberle rendido homenaje a la Virgen la regresó a su Santuario.
Desde este momento llegó la paz a la región y cesaron las revueltas. La imagen de Nuestra Señora de la Paz fue coronada canónicamente el 21 de noviembre de 1921.
Festejos de la comunidad
Cada 24 de enero, la comunidad católica paceña, lleva adelante la Fiesta Patronal en honor a Nuestra Señora de La Paz.
El festejo fue establecido por Ordenanza Municipal y ese día es feriado local.
La población, de profundo sentir religioso, participa en comunidad y de en manera multitudinaria, en las distintas actividades organizadas con motivo de esta celebración.
Gran cantidad de fieles se dan cita en las calles y en el puerto local para saludar a la madre en su recorrida por el río Paraná y por el casco céntrico, reeditando de este modo, una tradición de característica masiva que demuestra el profundo sentir religioso de esa comunidad.
La imagen de la Virgen es extraída de la nace principal del interior de la Parroquia que se ubica en el calle Italia, entre las arterias principales San Martín y Pascual Echagüe. Desde allí es trasladada al puerto local escoltada por agrupaciones gauchas, donde al llegar se realiza la tradicional procesión náutica por las aguas del río Paraná y bajo la custodia de Prefectura Naval.
Seguidamente, la imagen acompañada del pueblo en procesión, se encamina nuevamente hasta el templo parroquial donde al llegar, con un gran escenario montado sobre la vereda o sobre la calle frente al templo y al aire libre, se celebró la Santa Misa a cargo de autoridades diocesanas.
Cena Patrinal
Es habitual en la noche previa a la fiesta de la Virgen y a modo de vigilia, realizar la Cena Patronal. Cientos o de vecinos, familias enteras, disfrutan frente al atrio de la parroquia de una hermosa noche con eventos culturales sobre el escenario ya que la danza y la música con artistas locales se suman para ponerle alegría a la velada.
Pasada la medianoche del 23, la imagen de la Patrona de La Paz aparece por la puerta principal del templo y quienes allí se encuentran esperándola, la saludan con las palmas, pañuelos blancos, cantos y fuegos artificiales.
Es un tiempo en el que se agradece y se le pide a la Virgen su intersección ante Dios para aquellas necesidades que emergen en la comunidad católica paceña.