Lo comunicó en una reunión que se desarrolló en la tarde-noche del miércoles en la casa partidaria de calle Urquiza, donde funciona la Unidad Básica Eva Perón. Lo que aduce el actual concejal, Lisandro Roldán, quien viene con mandato prorrogado desde el 2020 al frente del PJ local, es que ya no se siente presidente de ese espacio.

Del encuentro participaron distintos referentes del peronismo paceño, entre ellos, el actual Diputado Provincial Sergio Castrillón, su hermano Emilio «Quete» Castrillón, concejales y un grupo de militantes.

«Sienta como se sienta, creemos que no es tiempo de este tipo de renuncias, sino todo lo contrario, es un tiempo para ponerle el pecho a las balas», se escuchó decir a algunos de los que se dieron cita.

Lo que expresó Roldán

El actual concejal del Frente CREER y ex secretario de Desarrollo Social y Salud, aseguró que su mandato ya culminó y que no se siente presidente del partido, no se encuentra en ese lugar y que es mejor dar un paso al costado. «Mi mandato finalizó en el 2020. Después nos enteramos que el gobernador, como presidente provincial del partido justicialista, había prorrogado los mandatos estando vencidos…y bueno, se debió haber llamado a elecciones, pero eso no ocurrió. Por eso yo estoy a cargo. Pero no me siento presidente de la Unidad Básica», subrayó.

Contexto

La renuncia del presidente del partido a nivel local, llega en un momento de intentos. Es que desde hace unos meses, militantes históricos y referentes de la rama femenina fundamentalmente, vienen haciendo todo el esfuerzo para intentar reconstruir las bases de una estructura partidaria que se encuentra atravesando la peor crisis organizativa de su historia. Sin grandes frentes de poder y con una inmensa ausencia de construcción territorial, el peronismo paceño no logra dar con una brújula que lo encause nuevamente en los grandes debates t temas que preocupan a la sociedad. Es un partido que dejó de enamorar y cuya fortaleza, sin lugar a dudas, tiene mayor centralismo en la unidad, justamente lo que parecen no estar en condiciones de lograr, ni con los de adentro, ni con los que se han alejado hace mucho tiempo.

Del PJ paceño no emergen nombres con capacidad de liderazgos genuinos. Por lo contrario, la realidad viene demostrando que, su mayor potencial van a buscarlo en la figura de dirigentes a los que la población creía retirados de la actividad política. De hecho, en la reunión del miércoles estaba la plana dirigencia de lo que se llamó «La Renovación» en la década del 90, con Busti en provincia y Menem en Nación; entre los que se destaca el ex intendente, ex concejal y jubilado como contador municipal, José Carlos Aimone.

Lisandro Roldán deja al descubierto la facilidad que suelen encontrar algunos de los referentes que fueron fuertemente beneficiados por el partido justicialista local en distintas etapas; ya sea como funcionarios nombrados a dedo o conformando listas en armadas de cuatro paredes y sin apertura al debate. Esa dirigencia parece estar caduca. Ya no solo es necesario el oportunismo de quien llega al poder por amiguismo, sino que tampoco lo es, ni los financistas de las campañas, ni «los familiares de». Esas formas de llegar al poder está cuestionada esencialmente dentro del peronismo. Es cómoda en sus inicios y permanece cómoda en su trayectoria. Pero a la hora de enfrentar procesos de reconstrucción y hacerlo desde el llano, eligen cuidar la quintita personal.

Lo de Roldán tiene que desembocar necesariamente en otras preguntas que el PJ paceño debe hacerse. ¿Están haciendo bien las cosas quienes actualmente ocupan un lugar de poder en nombre del partido?¿Nadie piensa renunciar y volver al llano a dar la mayor mano que se necesita para reconstruir poder popular?¿Tiene validez seguir haciéndose el distraído? Si hasta aquí no se mejoró en nada la performance política eleccionaria se va a mantener todo tal cual está creyendo obtener un resultado diferente en 2023?

Dejando de lado la extraordinaria tarea llevada adelante por los Movimientos Sociales en la ciudad de La Paz, con un cambio total de paradigma en la generación de espacios de participación efectivos, democráticos y con inmenso contenido ideológico; todo lo demás que se encuentra en la vereda de enfrente a Juntos por el Cambio, es un abismo, triste desolación de una forma de hacer política a la que la mayoría de la gente le viene dando la espalda.

En este escenario óbice se queda sin conducción institucional el peronismo de La Paz. Alguien puede decir que solo es un cargo simbólico, que hace tiempo el espacio está vacío y sin conducción y estaría en lo cierto, pero aún existiendo herramientas para evitar la acefalía o corrimiento en la lista de nombres de quienes podrían hacerse cargo, es muy difícil no interpretar que, la Unidad Básica Eva Perón, solo intenta reválidas de convocatoria a escuchar lo mismo, de los mismos.

De los 17 Departamentos de la provincia, se experimentan reclamos de mayor actividad dentro de las Unidades Básicas. Todas las autoridades partidarias del peronismo se encuentran con prórrogas de mandatos, pero La Paz es uno de los territorios que viene mostrando la cara de una decadencia que mas temprano que tarde, deberá desencadenar un «barajar y dar de nuevo», pero de verdad.

El mayor problema a resolver en el PJ

Se pueden enumerar una cantidad importante de problemáticas que acentúan la inoperancia partidaria del PJ paceño, pero sin temor a equivocarnos, la preeminencia pasa por la ausencia de la dirigencia en todos los ámbitos, militantes e institucionales. Siete de cada diez militantes del peronismo paceño, te dicen que no hay conducción.

A dónde mirar para despejar el horizonte

Dos ejemplos cercanos sugerimos para entender lo que La Paz está experimentando en las filas del PJ y sus posibles resoluciones.

Bovril es la capital de la división. Todos en ese pequeño pueblo, llevan consigo el peronómetro mas grande del mundo y con eso se miden, siempre, cada vez que pueden. Solo basta con recordar alguna elección no muy lejana para encontrar que, en una población con poco más de 6 mil electores, el peronismo llegó a presentarse con 12 propuestas distintas. Una locura que le permitió al radicalismo y sus aliados, gobernar la ciudad hace más de 1una década.

Santa Elena es la capital del peronismo donde gobierna un «corrido» del peronismo. Una persona que no se quedó lamentándose de nada, ni de los cuestionamientos partidarios, ni de los cuestionamientos judiciales. Se puso al frente de un proceso que, guste o no, se lo permite la democracia y la ley. Asumiendo que su nombre era mala palabra para algunos dentro del peronismo, se inventó un espacio vecinalista y salió a caminar con una boleta más corta que un ticket de supermercado. En frente tenía toda la estructura municipal abrazada a la estructura provincial, con un intendente que decía ser «hermano» del gobernador, sin embargo, ese formidable y apasionante juego democrático que habilita la política, demostró que la mayoría de la gente en aquella localidad se inclinara por quien parecía tener todas las fichas en contra. Pero, ¿qué es lo que hay que destacar del rossismo santaelenense?: que en el peor escenario, supo barajar y dar de nuevo. Ya no se podía estar peor de lo que se estaba, sin embargo logró transmitir y seducir al electora hablando solo de un proyecto local, desprendido de la coyuntura provincial y mucho más de la nacional, solo habló de su proyecto para la ciudad, así salió casa por casa, sin «bendiciones» ajenas, sin «armadores foráneos» enviados por el jefe de la estructura provincial, sin nada de todo eso.

Es decir que, en este tiempo en el que no se puede estar peor, el peronismo de La Paz puede acudir al aprendizaje mimético, claro está, si no quiere tropezar siempre con la misma piedra.

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