Los rugbiers que asesinaron a Fernando Báez Sosa en enero de 2020 y fueron condenados por el crimen hace unos meses estarían disfrutando de varias comodidades en la cárcel, según trascendió en las últimas horas.
Se trata de los rugbiers Máximo Thomsen, Enzo Comelli, Ayrton Viollaz, Ciro Pertossi, Lucas Pertossi, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Luciano Pertossi, tres de los cuales fueron condenados a 15 años de cárcel mientras que los otros cinco deberán cumplir con la pena de cadena perpetua por matar a golpes a Fernando Báez Sosa en enero de 2020, a la salida de un boliche de Villa Gesell.
Los detalles sobre la vida en la cárcel de los ocho asesinos comenzaron a circular a raíz de una noticia que habrían brindado fuentes del caso a Radio Mitre. Según estos trascendidos, los jóvenes están separados del resto de la población carcelaria, tienen una televisión, parlantes y cada tanto comen asado, cosas a las que ningún otro preso accede.
Los deportistas oriundos de Zárate están detenidos en la Alcaldía 3 de Melchor Romero y, aunque los que recibieron perpetua deberán ser trasladados a un penal de máxima seguridad, aún no cambiaron de lugar porque la sentencia todavía no está firme. Las versiones sobre las comodidades de las que disfrutan apuntan a que también cuentan con ventiladores y a que escuchan música a todo volumen con sus parlantes.
Denuncias de comodidades de este tipo ya habían sido noticia al principio de la investigación del asesinato de Fernando, cuando diversas fuentes sostuvieron que, en el penal de Dolores, los rugbiers gozaban de habitaciones individuales o de a dos y tampoco estaban en contacto con el resto de los presos.