El diputado y precandidato radical acaba de terminar la primera gira por el país de cara a 2023, volvió y disparó que el macrismo «espió» incluso a los integrantes de su propio gobierno. Furia en el armado de la oposición. Vidal, Lombardi, Lospennato, Iglesias y hasta Dario Nieto salieron a responderle.
Tuvo el primer ensayo hace una semana. Lanzó un primer mensaje hacia el propio espacio que pasó bajo el radar. Facundo Manes había comparado al macrisimo con el kirchnerismo como parte de dos extremos, pero solo salió a responderle un ultrahalconizado, Fernando Iglesias. Eso no alcanzó a escalar la batida con Mauricio Macri y este domingo volvió a ensayarlo. Se sentó en el mismo set televisivo en el que había estado el exPresidente dos semanas antes. Donde Macri había dicho que los copitos eran un grupo de loquitos sueltos, con subrayado que parecía atar el atentado a CFK a la lógica del cuentapropismo de la AFI amarilla, Manes habló de espionaje e introdujo el carácter sistémico. “Macri es el que tiene que reflexionar”, dijo. “Hubo operadores que manejaban la Justicia, que influían en la Justicia”, dijo. Y agregó: “También hubo datos de evidencia que se espió a gente, incluso de su Gobierno”.
El diputado radical usó dos palabras diseñadas como insumo de campaña: “populismo institucionalizado”, y con eso sistematizó la acusación. Cuando alguien del estudio del canal de LN+ lo paró para decir que no podía hablar de espionaje sin sentencia judicial, Manes –que había calculado cada palabra–, sacó pecho e insistió. “Yo creo que populismo institucional es tan grave como populismo económico”, lanzó. En un lado, ubica a Macri y en el otro a CFK, dos actores que equipara y considera tóxicos para el sistema político. Macri está dentro del espació del que no pretende irse, por ahora. Y es al que, sin dudar, busca jubilar.
El neurocirujano y diputado radical ya pegó varios portazos ante Juntos por el Cambio, pero en este caso fue, a drede, más tajante y frontal derecho contra Mauricio Macri. El PRO lo entendió. Y le saltó a la yugular. Al caer la noche, María Eugenia Vidal escribió un tuit: «No cuenten conmigo para dimarlo, ensuciarlo o agredir a Mauricio Macri». El extitular del Sistema de Medios, Hernán Lombardi, escribió vía tuit: «El que se suma al espacio debe venir a construir y no venir a destruir. Debe venir a sumar y no a restar”. Y siguió: “Manes muestra una enorme confusión de tiempo y de lugar».
Hubo tuit del exsecretario privado de Macri, ahora legislador del PRO, Dario Nieto, imputado en la causa de espionaje y beneficiado con falta de mérito: “Manes, ¿qué te comiste?”, dijo. Y antes: “Macri armó un partido de la nada y en 15 años ganó la Ciudad, la Nación, fue el único capaz de frenar al kirchnerismo y cambió la Argentina para siempre”. Silvia Lospennato, diputada, lo repudió. Y Fernando Iglesias, otra vez, marcó el pulso del día cuando lo acusó de buscar romper la coalición. “El video lo dice todo –dijo–. No hay nada que agregar. Lo de Manes es inaceptable. El único objetivo posible de una declaración como esta es romper la oposición”.
La Coalición Cívica se despachó aunque dicen que Elisa Carrió no alentó nada. «Las declaraciones demagógicas de @ManesF acusando de ‘populismo institucional’ a la gestión de @mauriciomacri», repudió Leonor Martínez Villada. Y, al final, apareció Javier Milei. Mientras crecen los rumores que vuelven a ponerlo como posible aliado del macrismo para ganar la Provincia de Buenos Aires, el libertario dijo que no lo culpen a él de sus males. «Después dicen que yo trabajo para que se rompan… muchachos –dijo–, no me culpen de sus profundas divisiones«.
La mesa nacional de la UCR hizo silencio. Para algunos, señal señal de apoyo total al diputado. Para otros, señal de conflicto. El ala halconizada radical no dijo nada pero tuvo ganas. El entorno de Mario Negri anoche seguía convencido de que Manes no sólo busca escalar imagen propia sino quiere dinamitar JxC, y las alianzas cruzadas de halcones radicales y halcones del PRO. Mientras tanto, Manes volvió a hablar en otro estudio de tevé. Iglesias lo siguió de cerca.
Giro en la agenda
¿Por qué habla ahora? La semana pasada, el diputado terminó la primera gira de recorrida en todas las provincias por su campaña presidencial. Primera vuelta fatigosa, provincia a provincia, dicen a su lado, estuvo metódicamente en cada ciudad de más de cien mil habitantes. Esa agenda lo llevó a abandonar el foco nacional y sobre todo los medios. Terminada la gira territorial, ahora vuelve a rodar por los medios.
Las giras no son poca cosa. Las campañas se piensan así. Lo hace Axel Kicillof en Buenos Aires que sabe que necesita dos o tres vueltas para ganar una elección, y, después del 17 de octubre de 1945 también lo hizo Perón. Tenía dos meses de campaña hasta las elecciones de febrero de 1946. Se casó en diciembre con Evita, se subió a un tren, dio una vuelta completa en todo el país con contacto cara a cara y ganó la elección.
¿Qué quiere Manes? Jubilar a Macri, dicen alrededor. Y jugar en la interna de Juntos por el Cambio sin que intervenga el exmandatario. Eso es así, por ahora. Está decidido a jugar con fórmula de alto voltaje: un peronista de cepa que esté por fuera del armado de JXC para morderle los talones al PRO.
“Facundo sabe que no se puede ganar una elección sin una pata peronista –dicen alrededor del diputado–, pero sabe además que de otra manera no se puede gobernar y encarar las reformas de fondo que necesita la Argentina”. Esa pata peronista imaginada tiene nombre y apellido. Son tres gobernadores: Juan Schiaretti, Omar Perotti o Sergio Uñac con quienes imagina encabezar un binomio. Esa es la estrategia a largo plazo en un camino que, de acuerdo a como vayan los números, tendría un hito en febrero o marzo con una foto de Manes y Gerardo Morales. “Ya está todo acordado”, dicen en el espacio. En ese momento, Morales respaldaría a Manes ungiéndolo como candidato radical.
¿Con PASO o sin PASO? Con PASO, jugarían dentro de la interna de JxC. Es decir, no se van del espacio. Sin PASO, jugarían por afuera. Y al analizar esa interna, vuelven a Macri. “Macri tiene derecho a buscar un candidato peronista como hizo Pichetto para la fórmula, ¿y resulta que si nosotros buscamos a uno, eso no vale?”, despotrican. “Y ojo”, aclaran. “No estamos pensando en tipos como Pichetto que ahora salió a decir barrabasadas como que en estas próximas elecciones tienen que enfrentarse dos candidatos como Cristina y Macri. Para nosotros, Cristina y Macri son iguales, son tóxicos para la democracia de este país porque terminan radicalizando todo”. En esa lógica tampoco quieren alianzas con el kirchnerismo, por lo menos no lo dicen. Wado de Pedro, el canciller de La Cámpora, en ese esquema, es lo mismo que CFK.
La interna radical
La mesa nacional de la UCR tiene tres candidatos con ganas de ponerse traje de presidente: Manes, Alfredo Cornejo y Gerardo Morales. El único que tiene votos, dicen los que bancan al médico, es Manes. Ese es el peso de su parada, pero no alcanza. La ancha avenida del medio radical tiene un lado ultra que no lo quiere y sospecha de todo lo que hace. “Juega para romper todo”, dice alguien que trabaja con los diputados hace años. “¿No viste lo que hizo con la firma del juicio político a Alberto Fernández? Fue el único que no firmó”. En ese sentido, enumeran las veces que, en sus términos, jugó a la ruptura. Por eso, dicen que no sólo quiere jubilar a Macri sino que busca implosionar las llamadas “formulas cruzadas” como el caso de Cornejo con Patricia Bullrich. En esa cocina, anoche tejían versiones de todo tipo. Que busca pantalla porque cae en las encuestas o que cambió de equipo de comunicación.
“No cambió de equipo y no pasa nada de todo eso”, retrucan cerca del médico. Y para responder a las críticas, dicen: No son radicales, son directamente hombres del PRO.
Pollo y milanesas
¿Qué dijo en la tele? ¿De qué está hablando? Habló de Populismo económico por CKF y populismo institucional por Mauricio Macri. ¿Qué eso? “Facundo intentó explicarlo sin mucho espacio en el programa”, dicen. “Lo viene pensando hace tiempo. El populismo es, ¿viste cuando uno tiene una persona que le gusta el chocolate y le hace mal, pero, como le gusta, se lo das? Bueno, es lo mismo”. Y siguen: “Es pensar en el corto plazo y olvidarte del largo plazo”. En esa teoría, dicen que Macri usó, por ejemplo, el atajo del decreto de necesidad y urgencia en diciembre de 2015 para nombrar a dos integrantes de la Corte. Al final, explican, no sucedió, los candidatos eran buenos candidatos (SIC) pero Macri usó esa “vía populista” para designarlos. En esa lógica, entienden que la reforma de la Corte que impulsa el Senado –y no un DNU– es igualita a la designación de dos jueces de la Corte por la ventana.
Sin chocolates en el programa habló de pollo y milanesas. “Lo que estamos haciendo es llamar a una nueva mayoría silenciosa, que represente a la Argentina que no quiere los extremos. El sistema hoy en día te ofrece pollo o pasta como en los aviones. Pero la realidad es que gran parte del pueblo argentino quiere milanesa”, sostuvo. “Por suerte en la Argentina hay un partido que convoca a la modernidad y quiere un Estado transparente, eficiente, no corrupto y que asegure inversiones con confianza”. Y dijo: «¿Qué fue Cambiemos en 2015? Algo necesario para derrotar al kirchnerismo. Pero no tenía un proyecto de país y así terminaron. Necesitamos discutir ideas y aliarnos para crear un proyecto de país y no para llegar al poder simplemente”.
Terminada la presentación, su entorno hizo llamadas, chequeó, habló con dirigentes de la Provincia de Buenos Aires y el interior. Todo positivo aunque nadie haya dicho nada públicamente. Se sabe. Es una interna que viene caldeada, con Macri y Morales como expresión. Los radicales se cansaron de ser cola del león. Hay que ver hasta donde llegan.
Fuente: (Página 12)