El libertario alimenta la teoría de intervenir la AFA mientras “Chiqui” apura su reelección. Una reunión en Casa Rosada con empresarios del fútbol y la charla con la Brujita Verón en Miami. Los roles de Mauricio Macri, Gianni Infantino y los “socios” políticos de Tapia.

Por Pablo Ibáñez
En su despacho del primer piso de la Casa Rosada, Javier Milei tiene una camiseta de Estudiantes de La Plata. Lleva su nombre y el número 9. Se la regaló Foster Gillett, el magnate estadounidense que viajó a Buenos Aires para desplegar una coreografía de inversor interesado en el fútbol argentino. El último martes de agosto al mediodía estuvo con el presidente. Fue una charla larga pero sin foto. Se habló de las SAD, de un club de la A que sería el primero en privatizar el fútbol, de la AFA que comanda Claudio “Chiqui” Tapia.
En Argentina, Gillett se movió con un lazarillo: Guillermo Tofoni, el empresario criollo más activo a favor de las SAD. Enfrentado con Tapia, tiene una disputa judicial –y comercial- con la AFA por la explotación de partidos amistosos de la Selección mayor. Tofoni apostó, en 2023, a la candidatura presidencial de Patricia Bullrich. Luego, a través de la diputada libertaria Juliana Santillán, ingresó al mundo Milei.
Gillett y Tofoni estuvieron, hace 10 días, en La Plata para ver el 1 a 1 entre Estudiantes y Boca. Ahí le pidieron a la comisión del club que conduce Juan Sebastián Verón una camiseta para regalarle Milei. La casaca estuvo toda la semana, al menos, en el despacho presidencial. En Casa Rosada, no supieron dar precisiones sobre el origen. Mencionaron a Verón y a Esteban Trebucq, el animador de LN+ que es hincha de Estudiantes, muy cercano a Milei. Fue Gillett.
Verón tiene acceso directo a Milei. En el último viaje del libertario a Miami estuvo reunido con “La Brujita”. Tampoco hubo foto. De ese encuentro, muy reservado, está al tanto otro platense que simpatiza con el liberal libertario: Guillermo Barros Schelotto, cuya esposa economista es una fan declarada del presidente. Verón fue uno de los pocos directivos que defendió, en público, la privatización del fútbol. Quizá no con el formato SAD sino algo más parecido al modelo alemán, que estipula que el 51% del club debe seguir en manos de los socios. Gillett llegó a Buenos Aires con la idea de invertir en Independiente de Avellaneda. Se fue fascinado con Estudiantes.
Léanme los labios
En Casa Rosada, se habló de un club de Primera A que podría ser el primer desembarco de capitales privados en un esquema SAD o similar. ¿Puede ser Estudiantes? Nadie se atreve a decirlo en voz alta pero quizá haya que leerle los labios, en sentido metafórico, a los interesados en que haya un club emblema que rompa el tabú. Los místicos querrán ver alguna señal en la camiseta de Estudiantes que reposa en el despacho de Milei.
La hoja de ruta –sea cual fuera el club– no es sencilla. Luego del DNU 70/2023 que autorizó las SAD, y que tiene fallos en contra, el Gobierno avanzó con el pedido de adaptación del reglamento de la AFA que prohíbe que los clubes afiliados sean sociedades anónimas. Lo hizo a través de la Inspección General de Justicia (IGJ). Los fallos contra las SAD están en un juzgado de Mercedes, territorio judicial donde influyen “Wado” De Pedro y la familia Mahiques.
En el Gobierno dicen que Mariano Cúneo Libarona, a quien ven un poco remolón con el tema fútbol, tiene la orden de objetar el último fallo por considerar que la jurisdicción donde debería actuar la AFA no es Mercedes, sino CABA. Hay otras territorialidades en danza: hace tiempo, circula la versión de que “Chiqui” Tapia quiere mudar el domicilio legal de la AFA de la calle Viamonte 1366 al predio de Ezeiza, con lo que saldría del área de influencia de la IGJ y pasaría a estar regulada por Personas Jurídicas de la provincia de Buenos Aires.
Hasta tanto, debe pasar por la IGJ que conduce Roque Vítolo, funcionario que llegó de la mano del ministro de Justicia pero está bajo la órbita de la Secretaría de Justicia de Sebastián Amerio, que viene de ocupar funciones en la Fiscalía 3 de la Corte, de vínculo cercano al supremo cordobés Juan Carlos Maqueda, pero, sobre todo, muy amigo de Santiago Caputo. Dato random: Caputo Jrs, un apasionado de los símbolos del poder, demuestra total desinterés por la política del fútbol.
Quizá tenga que ponerle más atención: en los despachos oficiales se repite que Milei está dispuesto a avanzar con una medida de altísimo impacto en la opinión pública: la intervención de la AFA. Tapia, que tejió su red de vínculos y alianzas, suele decir que los presidentes que se enfrentaron a la AFA terminaron mal o, al menos, fracasaron en sus intentos de quedarse con el control de la entidad. Tapia sobrevivió, algunos dicen que tras un pacto con La Cámpora, a la intentona para desplazarlo que se gestó durante en el gobierno de Alberto Fernández.
Los pasos de la SAD
La decisión, que se le escuchó a Milei, de disponer si es necesario una intervención de la AFA tiene derivadas. La previa es sostener un argumento que se invoca en el mundo del fútbol: debería existir un club que adopte el modelo SAD y que, por eso, sea expulsado por la AFA al hacer cumplir su reglamento. En esa acción, se produciría una colisión de normas: el DNU nacional que permite las SAD versus las pautas internas de la AFA que las prohíbe.
Podría ser el soporte legal/político para una intervención pero, en el imaginario que circula en el ambiente del fútbol que dialoga con Milei, abriría otro frente: el riesgo de una exclusión, por parte de FIFA, de las selecciones argentinas de los torneos internacionales. ¿Qué presidente puede enfrentar el costo político de que Argentina no pueda participar en campeonatos continentales o mundiales? Difícil. ¿Puede haber una intervención de la AFA sin una sanción de la FIFA? Es la fantasía libertaria en la que Macri, que está en la Fundación FIFA, podría ayudar. Milei, según contó, habló de las SAD con Gianni Infantino en un encuentro en Los Ángeles. Se menciona otro canal: Verón chatea con el presidente de la FIFA.
Todo ese trámite parece, hasta acá, construcción de los actores que quieren que Milei avance contra Tapia. Son los que escucharon al libertario decir que está dispuesto a intervenir la AFA pero que, en paralelo, ven que el tema no parece formar parte de las prioridades de la Casa Rosada. “Si quieren jugar a fondo, pueden escarbar un poco en el comportamiento de Tapia”, le planteó un interesado a Cenital. Quien se quiere subir a una cruzada contra el dirigente es Bullrich.
Como respuesta, Tapia reunió al comité de la AFA y fijó la fecha para la elección de autoridades. Será el 17 de octubre, con plazo para la inscripción de candidaturas en unos días, el 16 de septiembre a las 6 de la tarde. Un movimiento rápido de “Chiqui” y un trámite exprés para renovar la presidencia para el mandato que irá de marzo del 2025 hasta el 2029. Poco tiempo para que aparezca, delante, una competencia. “A ver si aparecen los libertarios como Verón a competir: que junten los votos”, desafían desde la AFA.
Un doble déjà vu: en 2020, en plena pandemia, Tapia convocó a una asamblea anticipada, y por zoom, en la que fue reelecto. El procedimiento fue objetado y desató una batalla política en el peronismo. Verón apareció, en aquella ocasión, como una figura para reemplazar a Tapia. El putch futbolero naufragó antes de zarpar. ¿Y si aparece el presidente de Estudiantes como potencial interventor todopoderoso de la AFA? Preguntas que suenan.
Puede, sin embargo, aparecer otra instancia: la IGJ observó parte del reglamento de la AFA que incluye tres representantes del poder político, específicamente que deben provenir de “ejecutivos nacionales o provinciales” o del Poder Legislativo. En la lista de Tapia, dos de esos lugares estarían reservados para el senador Sergio Uñac, exgobernador de San Juan, y para Gerardo Zamora, gobernador de Santiago del Estero –o para su mujer, Claudia Abdala, senadora nacional-. Pablo Toviggino, número dos de Tapia en la AFA, es el alter ego de Zamora.
Los vínculos de “Chiqui” son variopintos. Van de “El Tio Luis”, por el gastronómico Barrionuevo, a Diego Santilli. En los últimos meses, reconstruyó trabajosamente la relación con su excuñado, Pablo Moyano. Entre las relaciones políticas, cerca de Tapia mencionan a Andrés “Cuervo” Larroque, el armador de Axel Kicillof.
A principios de semana, una fuente al tanto de las negociaciones dio por hecho que la IGJ objetará el llamado a elecciones que hizo Tapia. Sería una declaración de guerra formal para impedir que “Chiqui” logre estirar, anticipadamente, su mandato hasta el 2029. (Cenital)