La organización de la Copa del Mundo en Argentina tuvo un gran movimiento de personas, que gastaron en alojamiento, comida, transporte y recreación.

El Mundial Sub 20 en Argentina, que comenzó el 20 de mayo y finalizó el domingo 11 de junio, dejó un saldo muy positivo para el turismo: durante los 23 días de la competencia viajaron 414 mil turistas nacionales y extranjeros, que gastaron $93.713 millones en hotelería, alimentación, transporte, compras y actividades de recreación.

Un informe realizado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), detalló que «230 mil turistas extranjeros con una estadía media de 7 días y un gasto diario de US$200 cada uno, según las cifras estimadas por el Gobierno Nacional. Los visitantes foráneos inyectaron US$322 millones, que equivalen a $81.949 millones». Además, señala que «hicieron fuertes desembolsos en indumentaria, calzado, marroquinería, joyerías, aprovechando la diferencia cambiaria».

Argentina recibió la edición XXIII de la Copa del Mundo juvenil, luego que la FIFA le quitara la organización a Indonesia. El campeonato contó con cuatro sedes: La Plata, Santiago del Estero, San Juan y Mendoza. La entidad madre del fútbol mundial, que es presidida por el suizo Gianni Infantino, aportó 40 millones de dólares.

Por otra parte, la CAME remarcó el traslado de los argentinos a través de las cuatro ciudades que recibieron partidos, en especial cuando jugó la Selección argentina, que fue eliminada en octavos de final: «Con el disparador del certamen juvenil, 184 mil locales aprovecharon para viajar a los partidos y hacer turismo. Gastaron un promedio diario de $16 mil, tuvieron una permanencia promedio de 4 días y dejaron así un impacto económico directo de $11.764 millones«.

La ciudad de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, fue la sede de los partidos decisivos de la Copa del Mundo Sub 20: las dos semifinales, el partido por el tercer puesto entre Israel y Corea del Sur, más la final Uruguay-Italia. Por esa razón, tuvo un impacto a nivel hotelero durante la última semana.

«Tuvo presencia de turistas mundialistas durante toda la competencia. Se pudieron ver familias incluso de nacionalidades que no participaron del certamen, como Chile y España, y los paseos turísticos muy demandados», explicó la CAME.

La presencia de la selección charrúa ante el conjunto europeo en la final «generó niveles de ocupación que superaron al 80% el fin de semana. La capital provincial se preparó especialmente con pantallas públicas, identidad futbolera y vivió un mes muy intenso».

Fuente: (C5N)

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