La democracia argentina está herida. Tras 20 años de ataque mediático sistemático contra el peronismo que sacó adelante a nuestro país, en el último lustro se produjo la partidización definitiva del Poder Judicial. El acoso arbitrario contra la dirigencia vinculada a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner implicó el encarcelamiento de muchos como modo de disciplinamiento.
Ahora, la coordinación entre los medios, el Poder Judicial y el Pro/Juntos Por El Cambio, ha producido, en sintonía con las políticas avaladas por la Embajada de Estados Unidos en el resto de la Patria Grande, un hecho que destruye la democracia efectiva en nuestro país.
Concentrado en la figura de Cristina Fernández de Kirchner, a quien sometieron a diversos procesos judiciales completamente amañados y hasta ilegales, los tribunales han operado su proscripción y, con ella, la de una importante mayoría electoral.
Todo el sistema político debería resistir y contrarrestar esta maniobra, como también declarar, sin atenuantes, su ilegalidad.
No hubo democracia en Argentina desde 1955 hasta 1973. La proscripción del Peronismo y de Juan Perón en ese período llevó a nuestro país por un camino de deterioro institucional, económico, social y político.
Hoy, la reiteración de esta metodología pone en peligro no sólo la convivencia actual sino también la futura.
No habrá democracia ni justicia mientras Cristina siga proscripta.
El Peronismo Militante ratifica su voluntad de que ella sea la candidata del Peronismo y del movimiento nacional.
Si no es así, si la proscripción persiste sin que todas las fuerzas políticas la denuncien, combatan y eliminen, entonces la Patria demandará, más temprano que tarde, a quienes hirieron de muerte a la democracia, garantía única de la soberanía popular.
Comunicado Peronismo Militante