Los sectores con ingresos medios y bajos son los más perjudicados ante la liberación de precios de la canasta básica alimentaria.

Con la disparada de la inflación que promovió el gobierno de Javier Milei, y donde los alimentos subieron incluso más que el promedio general, en el primer trimestre del año, nueve de cada diez argentinos tuvieron que dejar de comprar ciertos productos o virar su consumo a segundas y terceras marcas.

Un estudio del Centro de Estudios por la Soberanía Popular Mariano Moreno realizó una encuesta con el propósito de analizar cambios en los hábitos de consumo Del relevamiento, que abarcó más de 700 casos a nivel nacional, se concluyó que el 93,39% dejó de adquirir algún producto que normalmente se compraba en diciembre.

Además el informe revela comentarios de los encuestados respecto al impacto de la crisis en el consumo de alimentos:

«Pañales imposible el precio. Estoy usando de tela. Papel higiénico lo mismo sale muy caro pasamos a terceras marcas», trabajador de la economía popular de 40 años en la provincia de Córdoba.

«Ya no comemos carne vacuna, solo pollo», desocupado de 21 años en la provincia de Buenos Aires.

(El Destape)

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