El economista del Instituto de Desarrollo Social Argentino (Idesa), Patricio Canalis, consideró que “el principal factor explicativo de lo que es la pobreza, en los últimos años, es la inflación, pero concurrentemente con la inflación también hay una alta informalidad laboral. Esos dos elementos juntos hacen un combo explosivo y nos llevan al número que hoy tenemos de pobreza”.

“El principal componente de ingresos de los hogares pobres es el empleo formal y no hay que pasar por alto el diagnóstico de inflación más un alto grado de informalidad. A partir de ahí uno podría pensar las posibles soluciones”, dijo en diálogo con radio “Costa Paraná”.
El experto recordó que “el trabajador informal carece de poder e instancia formales de negociación salarial como son las paritarias, que sí está garantizado en el empleo registrado”. “Así tenemos que desde 2018, que es cuando empezó a aumentar la pobreza estructuralmente, los salarios informales estaban muy por debajo de la canasta básica, que es lo que define la pobreza. Desde ese momento hay un 25 por ciento del poder adquisitivo de los informales; es decir que han perdido un cuarto de sus ingresos”, explicó.
Un dato que aportó el economista de Idesa es que la situación de los trabajadores del sistema formal, o sea registrado, es diferente de la que describió de los trabajadores informales. Para ilustrar esto último afirmó que en el primer sector, es decir los trabajadores formales, durante el primer semestre del año empataron con sus salarios a la inflación. “Le empataron: el tema es que ahora en julio, probablemente los salarios hayan subido de manera bastante inferior al 7 por ciento de lo que fue la inflación; lo mismo para agosto y el resto de lo que queda para el segundo semestre”, añadió.
“A eso -continuó- hay que agregarle otros elementos que hacen a lo que es la recomposición de ingreso que es el IFE que entregaron este año entre mayo y junio, y ahí se puede explicar por qué cayó un poquitito la pobreza”.
En la charla radial se le planteó que un programa antisocial podría profundizar la crisis que afecta a la población argentina. Eso llevó a Canalis a afirmar: “Es cierto; segundo que también es verdad que hay que ordenar el Estado porque en los últimos 60 años crónicamente estamos gastando por encima de lo que son nuestros ingresos y eso extermina toda posibilidad de desarrollo. Por ahí se dice que no hay consenso en lo que son políticas de Estado, pero sí hay un consenso muy grande que es el de gastar por encima de nuestros ingresos. Y se respeta independientemente de que sean peronistas, radicales y agrego gobiernos militares, todos con déficit. Podemos sacar el pequeño período que fue el gobierno de Kirchner. Ahí hubo un período en el que hubo superávit pero fue un oasis en medio de años de déficit. Ahora, en el último tiempo, Massa avanzó al respecto, si bien fue criticado mucho por propios y aún así quedan muchas dudas y muchas cosas que está pateando para el futuro en lo que es el ordenamiento del Estado y que la vamos a tener que pagar de aquí a un año. Lo principal es que si se ordenaran las cuentas no sería más necesario recurrir a la emisión y ahí tenemos resuelto, no todo pero gran parte de lo que es el problema de la inflación”.
Dio un ejemplo de los recortes que se pueden hacer sin apelar las políticas sociales fundamentales. “Hay que ir viendo qué gastos se están haciendo innecesario. Por ahí uno ve que hay posibilidades de perfeccionar. Eso que pasaba con energía: el gasto con el que se estaba subsidiando a la clase alta se viene dando desde hace muchísimos años. Entonces ahí hay un claro ejemplo de que con decisión política se atacó y de cara al año que viene vamos a empezar a ver ahorros. Y otro puntito que están dejando claro en el presupuesto es lo que son regímenes especiales de jubilaciones, principalmente de jueces y magistrados. Pero hay otros regímenes también que tienen parámetros más beneficiosos que el resto sin que esté justificado más que por el poder del sector, más que por cuestiones de salud”, finalizó.
Finalizando la nota dio otros datos que alimentan su afirmación respecto del poder adquisitivo de trabajadores formales e informales. De los formales, tanto de empleados públicos como empleados privados registrados, le empataron con sus ingresos a la inflación en los últimos tres años, 2020, 2021, 2022, mientras que el sector de trabajadores informales viene perdiendo poder adquisitivo desde 2018.
Fuente: (Radio Costa Paraná)