El ministro de Educación Jaime Perczyk confirmó que los partidos que juegue la selección argentina de fútbol durante el Mundial de Qatar serán transmitidos en las escuelas públicas de todo el país y que las y los docentes los vincularán a cuestiones de formación ética y contenido cultural.
“Los chicos en Argentina piden ver los partidos del mundial. Es importante que se vean en la escuela, hay que vincularlos a cuestiones de formación ética, y al hecho deportivo hay que llenarlo de contenido cultural”, señaló.
Además, el ministro criticó la prohibición del lenguaje inclusivo por parte del gobierno porteño y lo justificó señalando que «los chicos los usan para denunciar una situación de discriminación y machismo». También ratificó la decisión de aumentar una hora diaria de clases en las escuelas públicas de todo el país tras el receso de las vacacioens invierno, como sucederá con Tucumán, Santa Cruz, Chaco y Catamarca.
En diálogo con Diego Shurman por la AM 990, Perczyk se mostró a favor de la transmisión de los partidos del seleccionado nacional en el Mundial de Qatar 2022 en las escuelas, en forma emocrática y regulada.
“Los chicos en Argentina piden ver los partidos del mundial. Es importante que se vean en la escuela, hay que vincularlos a cuestiones de formación ética, y al hecho deportivo hay que llenarlo de contenido cultural”, justificó el ministro.
El funcionario, además, ratificó la decisión de incrementar la carga horaria de clases en las escuyelas públicas primarias, en una medida que en su acumulación sumarán 38 días al año lectivo. «Debemos lograr que los chicos aprendan más y que estén más tiempo en la escuela. No vi resistencia por parte de los docentes. Cualquier cambio en las condiciones de trabajo debe darse por medio de paritarias. El gobierno nacional financia al menos el 80%», indicó. Perczyc adelantó que la idea es extender la extensión horaria a todas las jurisdicciones del país.
Por último, el ministro de educación se volvió a diferenciar del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, al criticar la prohibición del lenguaje inclusivo señalando que «no tiene sentido» ante la práctica social.“Los chicos los usan para denunciar una situación de discriminación y machismo, que es injusta. No hay ninguna investigación científica que diga que afecta el aprendizaje de lengua”, se diferenció de los dichos por parte de Soledad Acuña, su par porteña.