Como históricamente sucede en la costa bonaerense durante el verano desde tiempos inmemorables, las diferentes ciudades balnearias se transforman en escenarios obligados para la música en vivo. Mientras corría enero de 1991 se llevó adelante el Rock en Mar del Plata, un festival de tres jornadas auspiciado por Bayaspirina, y con una grilla antológica de artistas. Si bien el plato fuerte era la segunda fecha con el show protagónico de Billy Idol en su primera visita a la Argentina, el resto del evento contaba con las presentaciones de Fito Páez, Charly García, Luis Alberto Spinetta y Soda Stereo. Algo que podría haberse mantenido en la anécdota o el recuerdo de quienes estuvieron en el lugar se transformó en rescate audiovisual gracias a la magia de Youtube. Días atrás, el músico rosarino Ignacio Arigós subió a su canal la transmisión televisiva de Canal 9 con fragmentos de los recitales del los artitas locales.

Para 1991, Rock en Mar del Plata se jactaba de reunir en un mismo evento a las principales figuras del rock nacional. El festival se llevó adelante en el Patinódromo Municipal de la ciudad y estuvo dividido en tres jornadas para un público de 10 mil personas en cada día. La primera fecha fue el 12 de enero, y contó con Fito y Charly, mientras que la jornada siguiente tuvo al autor de «Dancing With Myself» como único artista. Finalmente, Luis Alberto Spinetta y Soda Stereo fueron los encargados de darle cierre al ciclo el 24 de ese mes. “Para el festival se instaló un escenario móvil de 45 metros de ancho, más un equipo de luces de 200.000 watts de potencia”, contaba entonces la revista Pelo.

Sin embargo, lo especial del registro audiovisual del festival no es (tan solo) el hecho de tener a cuatro de los máximos exponentes de la música nacional sobre un mismo escenario, sino las particularidades de los momentos de cada uno al momento de ese show. Fito Páez, presentó principalmente canciones de Tercer mundo (1990), uno de los grandes puntos de inflexión en la carrera del rosarino. “Fue amor”, “Yo te amé en Nicaragua” y el tema que daba  nombre a su álbum  son las canciones que mostró, incluidas en la transmisión junto con “Solo los chicos”, de Ey! (1988). El registro de Fito previo al despegue definitivo de la mano de su obra máxima: El amor después del amor (1992).

Lo de Charly, por su lado, comenzó a ser cada vez más caótico, entre destellos de su genialidad. “El verano de 1991 trajo aparejados los conciertos por la costa argentina de rigor, que disfrutamos como niños. Los Enfermeros -Charly, Hilda, El Negro García López, Lupano, García y yo- éramos una auténtica y anormal familia”, cuenta Fernando Samalea en su libro Qué es un longplay. “Sin embargo, el Artista (como nombra a García) pasaba muchas horas sin dormir. El ‘hasta mañana’ había perdido sentido por completo y los comentarios e interrogantes de managers y allegados eran siempre los mismos: ¿durmió?, ¿comió?, ¿se sabe algo? ¿está tranquilo?”. Entre esos mismos recuerdos, el baterista describió su show en el festival Rock en Mar del Plata como “tumultuoso”, y el registro televisivo que se puede ver en Youtube le da la razón, con una versión caótica de “Nos siguen pegando abajo”, “De mí”, “Superhéroes”, “Filosofía barata y zapatos de goma” y “Fanky”. García cerraría ese años con el recordado show en el Club Ferro Carril Oeste posterior a su primera internación por problemas de drogas donde ingresó a escena a bordo de una ambulancia. 

1991 fue muy especial para Luis Alberto Spinetta por la publicación de Pelusón of milk , uno de sus trabajos solistas más celebrados. Su show en Mar del Plata, sin embargo, tuvo canciones como “Oboi” y su versión de “Amor de primavera”,  de Don Lucero (1989) y Exactas (1990), respectivamente. Para Soda Stereo, en tanto, el festival  significaba una escala más en su tour interminable para presentar Canción animal (1990). La Gira Animal tuvo su comienzo en San Juan de Puerto Rico en agosto del 90 y continuó por Paraguay, Argentina, Uruguay, México, Venezuela, Estados Unidos, Colombia y España. El 24 de enero del 91, casi en mitad de esos compromisos, la banda de Cerati tocó frente a 10 mil personas. La transmisión televisiva da cuenta de “Lo que sangra (La cúpula)” y “En la ciudad de la furia”. Antes de la canción que se transformó en un emblema de la Capital Federal, Gustavo dijo con ironía: “Yo no le encuentro nada al petiso, por más que me esfuerce”, en referencia al tema de Ricky Maravilla con alta rotación en esos días.

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