En vísperas a un nuevo aniversario del Conscripto Anacleto Bernardi, el pasado jueves se realizó la 193º Sesión Ordinaria del HCD, en la que las y los concejales aprobaron dos resoluciones importantes para la historia y cultura de la comunidad.

Durante la sesión, se trataron dos resoluciones, previamente, trabajadas en reuniones de comisión; las cuales surgieron de la iniciativa de un grupo de personas autodenominadas “Bernardinos”.

Una de las resoluciones aprobadas tiene como fin, declarar sitio de interés cultural e histórico, al lugar donde se realizó la despedida a nuestro héroe, antes de ingresar al Servicio Militar Obligatorio. La otra busca declarar al Conscripto Anacleto Bernardi personalidad destacada de la ciudad de San Gustavo. Con mucho entusiasmo y compromiso, ambas resoluciones fueron aprobadas por los votos positivos de los concejales/as Lapalma Giuliana, Arévalo Hugo, Villalba Ramón, Martínez Rosa, Machuca Agustín; y con el voto negativo del concejal Iriberry Ezequiel.

Es importante destacar el compromiso de la comunidad para con la historia de nuestro héroe, y revalorizar estas acciones que son parte de nuestro legado.

Repaso de la historia del Conscripto Anacleto Bernardi

Nació en San Gustavo, Hijo de inmigrantes italianos oriundos de la región de Piamonte (Turin); era un nadador de condiciones excepcionales. Le tocó cumplir con el servicio militar en Marina, incorporándose a la base militar de Puerto Belgrano. Por su buen comportamiento recibió el premio de ser destinado a integrar la dotación de la Fragata Sarmiento que anualmente realizaba el viaje alrededor del mundo con los cadetes que egresaban como oficiales de la Escuela Naval. Cuando esta nave llega a puerto en el Golfo de Génova, Anacleto Bernardi se encontraba convaleciente de una neumonía y dada la coincidencia que se hallaba en el lugar el buque Principessa Mafalda a punto de zarpar para Buenos Aires – con su pasaje cubierto por 1300 inmigrantes llamados por su familias ya instaladas en la Argentina el capitán de la Sarmiento dispuso aprovechar esta circunstancia para embarcar a Bernardi de regreso a su base para su restablecimiento, haciéndolo acompañar por el cabo Juan Santororo.

Al llegar al noveno día de navegación, sorpresivamente sonó el clarín llamando a cubierta y Corrió la voz: «El buque se hunde». El pánico se generalizó. Bajaron los botes salvavidas que se llenaban de mujeres y niños. Muchos desesperados se arrojaban al agua y desaparecían. En ese momento, tanto el cabo Santororo como el conscripto Bernardi se arrojaron al agua salvando familias enteras nadando hasta la costa del sur de Brasil y regresando a buscar más, logrando salvar una increíble cantidad de gente.

De pronto Juan Santororo vio cómo su amigo era atrapado por las mandibulas de un tiburón y desaparecía. Muchos familiares de los sobrevivientes aún recuerdan a los héroes de esa fecha y en San Gustavo cada aniversario se lo recuerda con cariño.

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