El coordinador del Centro Integrador para personas en situación de calle de la Municipalidad de Paraná, Julián Jarupkin, se refirió al aumento de la demanda de ayuda en el dispositivo de calle Belgrano 587 y a la forma de trabajo que se viene desarrollando.

En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza), Jarupkin sostuvo que “en julio del año pasado se hacían recorrida nocturnas para entrega de alimentos con 90 viandas cada noche, en diciembre del año pasado aumentó a 120 y en marzo de este año se llevaban cerca de 300 viandas en cada reparto, y ese número se ha sostenido”. “Lo mismo sucede respecto del registro de las personas que llegan al dispositivo ubicado en calle Belgrano 587, tenemos un promedio de dos personas nuevas por semana que van a entrevistarse por semana, lo que hace unas 100 personas en el año”, puntualizó.

Julián Jarupkin

Comentó que en dicho lugar “llegan familiares, es muy difícil que las personas en situación de calle vuelvan a su hogar, pero sí hay una revinculación con parte de la familia, que van al dispositivo a visitarlos, con los hijos. Y después también, como saben que funciona un dispositivo que da respuesta, acuden personas que no están concretamente en situación de calle y que piden una mano, y allí lo que hacemos es derivar o acompañar hacia las instituciones que tienen que hacerse cargo de esas intervenciones. Han llegado familias enteras en situación de calle y hemos tenido que articular con la Casa de la Mujer y con el COPNAF para dar alojamiento a las familias”.

Explicó que “se hace un cuello de botella con la demanda porque al ser tan compleja la situación de calle, porque es una problemática que tiene muchas aristas, desde lo vincular, lo económico, el consumo de sustancias que ha ido en aumento, la salud mental, problemas clínicos de personas que no tienen la movilidad para conseguir una moneda. En esa compleja red intentamos dar respuestas lo más integrales posibles a personas adultas de más de 18 años hasta casi 80. Es muy difícil que estén nueve meses, que es lo que nos propusimos como el tiempo ideal para que puedan egresar; puede ser menos o puede ser más, somos flexibles, pero muchas veces es difícil que tengan una salida feliz y saludable”.

“En ese plazo vamos anticipando, a los siete u ocho meses, una salida lo más saludable posible, pero si en ese tiempo no se ha dado la posibilidad de un alquiler, tenemos la opción de buscar otro lugar a través de la creación de herramientas posibles, como tramitar un certificado de discapacidad, una pensión, una jubilación –aunque ahora todo eso está más difícil con el gobierno nacional- y eso da la posibilidad de tener una base económica. Y a veces esos tramites duran más de nueve meses”, agregó respecto del trabajo que se realiza.

Asimismo, Jarpukin planteó que “está llegando gente del interior, no hacemos discriminación de atender a quienes tienen la necesidad primordial de comer, bañarse, ser escuchado, se puede facilitar si quieren volver a su lugar”. “Tenemos una estadística que se trabaja mucho con el equipo interviniente de salud mental que depende del Hospital Escuela que viene con nosotros desde hace cuatro años, y se ve que este año se ha dado mucho más ese fenómeno, de gente del interior de la provincia que llega a Paraná, algunos de Santa Fe, de Rosario y otros de más lejos incluso”.    

Acotó que el dispositivo “cuenta con 34 camas para alojar a 28 adultos mayores hombres y seis mujeres, hay una pieza que se adaptó para que puedan descansar transitoriamente durante el día quienes no lo pudieron hacer y a su vez hay tránsito de entre 50 y 60 personas diarias, porque funciona el lugar como una especie de centro de día. Somos 11 trabajadores que estamos para cubrir 24/7, lo que es una dificultad porque, más allá de la juventud que tiene esta Coordinación, que tiene solo cuatro años de trabajo, los tiempos y el contexto aceleraron la necesidad de contar con más personal. Se están haciendo las gestiones dentro del municipio para que vengan más agentes municipales que tengan ganas de trabajar, que tengan cierta cintura para trabajar con personas, que no es sencillo, y mucho menos con personas en situación de calle”.

Sostuvo que “también desde la Coordinación se articula con otras dependencias e instituciones tanto municipales, como provinciales y académicas; hay practicantes de UCA, de UADER, de psicología, de acompañamiento terapéutico, y eso nos ha dado una mano importante. Así como la articulación de pequeñas acciones con la red para personas en situación de calle”.

En este marco, dijo que no tienen “datos concretos” de la cantidad de gente en situación de calle en la ciudad “y tampoco tenemos la posibilidad real y concreta de hacer un censo y salir a recorrer los más de 200 barrios que hay en la ciudad de Paraná, pero visto el aumento de la demanda en los comedores y merenderos, eso se ha replicado en la situación de calle, y el dato es que pasamos de entregar 100 viandas en diciembre de 2023 a cerca de 300 en los últimos cuatro meses”. “En el concepto de atención tenemos lo que se denomina el riesgo de la situación de calle, que son aquellas personas que viven muy precariamente o de prestado con algún conocido, familiar, o amigo, que va pasando por distintos lugares y eventualmente terminan en la calle. Y esa situación es muy difícil porque no tienen un lugar donde quedarse y van pasando de un lugar a otro”, señaló.

Consultado por la respuesta de la comunidad ante esta problemática, Jarupkin analizó: “En los 15 años que estoy en la problemática he visto una evolución en cuanto a la visibilización y a la sensibilización, incluso en el trato con instituciones que tienen otra forma de abordar la situación de personas con semejante vulnerabilidad, como puede ser la policía. Hoy hemos logrado tener un resorte donde puedan levantar el teléfono y llamarnos para avisarnos de tal o cual situación, cuando antes teníamos que ir a buscar a las personas a la comisaría 5ta. Creo que es parte de haber puesto en agenda pública una problemática que le puede pasar a cualquiera, donde la persona no está destinada a decidir ‘hoy me levanto y me voy a vivir a la calle’, entonces hoy recibimos donaciones de ropa, de elementos de limpieza, y la preocupación de muchos de ver cómo pueden ayudarnos”.

Por último, sobre el trato de la policía para con personas en situación de calle, afirmó que “históricamente ha sido un aparato que funciona para aquellos vecinos que hacen un llamado y piden que se saque a la persona que está durmiendo en la puerta de su casa, a los que están generando disturbios, ruidos y demás. En su momento la reacción era mucho más feroz, hoy sigue cumpliendo esa función la policía, pero tenemos un modo de articulación distinto, lo que también genera dificultades porque muchas veces tenemos a los móviles policiales trasladando personas y dejándolas en la puerta del dispositivo de Belgrano 587, sin ninguna otra intermediación. Más allá de que algunas veces llegan quejas de las personas que están en la calle, la situación es diferente que antes atrás”. (Analisis Digital)

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