Tras el sainete que protagonizó el presidente con su sueldo y las críticas que le hizo la exmandataria, hoy a las 0.30 Milei siguó el cruce con una chicana en la que planteaba quitarle su jubilación como presidenta. CFK le contestó con ironía: «Cálmese Presidente, hay que tener templanza, estar tranquilo y descansar en los horarios habituales. Lo que menos necesitamos es un presidente amenazando por internet».

Cristina Fernández de Kirchner le volvió a contestar por redes sociales a Javier Milei, quien la amenazó con quitarle la jubilación que cobra como exmandataria y asignarle la mínima, luego del duro intercambio de tuits que mantuvieron este sábado por el decreto con que el ultraderechista dispuso aumentos del 48 por ciento para el personal jerárquico del Poder Ejecutivo.

«Buen día Presidente. Hoy por la mañana pude leer el posteo que me dedicó… ¡A las 0:30 de la madrugada! ¿Qué hacía presidente a esa hora amenazando por redes? Me hizo acordar a una canción de Los Redondos: ‘Alien Duce el pequeño gran matón de la Internet’”, escribió CFK en su cuenta de X.

Y agregó: «Cálmese Presidente, en ese lugar que usted hoy tiene el honor de ocupar, hay que tener templanza y sobre todo estar tranquilo y descansar en los horarios habituales que lo hace la gente. Créame que es muy dura la tarea de gobernar la Argentina. Y lo que menos necesitamos hoy, es un presidente amenazando por internet».

La amenaza a la que se refiere la expresidenta fue publicada por el ultraderechista a las 00.30, a través de un tuit que decía: «Hola @cfkargentina. Acabo de anular los aumentos de sueldo de todo el gabinete nacional. Ya que la vi tan preocupada por las jubilaciones ¿qué le parece si le anulo los $ 14.000.000 que cobra usted de jubilación de privilegio y le asigno una jubilación mínima? Estimo no va a quejarse. Saludos».

El decreto que provocó la pelea

El 28 de febrero, junto con su jefe de gabinete Nicolás Posse y la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, Milei firmó el decreto 206/24, por el que dispuso que el aumento del 12 por ciento para los sueldos de febrero, acordado en la paritaria estatal, “se extenderá a las retribuciones de las Autoridades Superiores de las Jurisdicciones, Entidades y Organismos del Poder Ejecutivo Nacional”. A ese incremento se sumó un 14 por ciento de la paritaria de diciembre, que no se había aplicado en enero por decisión de los mismos firmantes, al mismo tiempo que se incrementó en un 16 por ciento la base general de cálculo de las remuneraciones del Sistema Nacional de Empleo Público (SINEP). La sumatoria de esos incrementos hizo que el sueldo bruto del presidente saltara de 4.068.728 pesos en enero a 6.025.801 en febrero, es decir un 48 por ciento.

Este sábado, horas después de que algunos portales informaran sobre el aumento, que contradice la prédica oficial de austeridad, Milei intentó tomar distancia de su decisión culpando a CFK. “Me acaban de informar (sic) que producto de un decreto firmado por la ex presidenta Cristina Kirchner en el año 2010, que establecía que los cargos políticos siempre debían cobrar más que los empleados de la administración pública se otorgó un aumento automático a la planta política de este gobierno”, escribió en X. Repitió una vez más la perorata que contrasta a “los políticos” con “los argentinos de bien”, anunció que “obviamente vamos a derogar ese decreto y retrotraer cualquier aumento que la planta política haya percibido” y cerró arengando que “se acabó la joda de la política”.

La diputada y economista Julia Strada, de Unión por la Patria, no tardó en poner en evidencia la falacia. “Señor Milei, hágase el favor de no mentir”, le aconsejó. Le recordó que en enero, por el decreto 90/24, firmó el aumento “dejando afuera a las autoridades superiores”, de lo que se jactó inclusive el ministro de Economía, Luis Caputo. Un mes después “Usted SE INCLUYÓ A SÍ MISMO en el aumento”, resaltó. “No tiene que irse hasta 2010 ni patalear mencionando a CFK. Era fácil: si pretendía ser coherente con su electorado tenía que firmar lo mismo que en enero”, le explicó, y resaltó la palabra clave que diferencia a ambos decretos. (Página 12)

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