El bloque peronista en la Cámara Baja, presentó un proyecto de declaración en el que expresó su rechazo a la decisión del Poder Ejecutivo Nacional de concesionar por 30 años la explotación de la denominada Hidrovía Paraná-Paraguay.
Indica la Agencia APF que el martes 26 de noviembre la diputada Stefanía Cora, presentó un proyecto de declaración en el que el bloque pidió que la Cámara exprese “su más intenso rechazo frente a la decisión del gobierno argentino de concesionar por treinta años la explotación de la Hidrovía Paraná – Paraguay, llamando a licitación con el objetivo de privatizar la Vía Navegable Troncal; clave para el comercio exterior argentino por donde se exportan alrededor del ochenta por ciento de la producción de nuestro país”.
En los fundamentos se señaló que la decisión se informó “en el marco del Día de la Soberanía”, y se cuestionó que “el anuncio del remate de la hidrovía con llamado a licitación para privatizar la Vía Navegable Troncal, clave para el comercio exterior argentino”.
También sostuvo que “con un esquema de concesión privada a riesgo empresario, el gobierno de Javier Milei convoca a que el Estado Nacional renuncie a sus prerrogativas sobre un área estratégica de la política y la economía internacional: por esta vía fluvial circula cerca del 80% del comercio exterior argentino”.
Cora señaló que “la Vía Navegable Troncal es la autopista hídrica entre el río Paraná y, más arriba, el Paraguay. Un canal que se mantiene a dragado y balizamiento para que puedan navegar barcos de gran calado que transportan grandes volúmenes de carga. Del mismo modo que sucedió con las autopistas, las empresas de servicios públicos, YPF, entre otros, las privatizaciones llevadas adelante durante los años 90 permitieron a las empresas concesionarias cobrar peaje por tonelada fiscalizada”.
La diputada peronista expresó que “desde 1994 y hasta 2021, estuvo en manos de Hidrovía SA, un consorcio entre una empresa belga y otra argentina, con una facturación estimada de 300 millones de dólares por año. Desde el vencimiento del contrato, se optó por administrar la Vía a través de la AGP, que siguió contratando a la empresa belga para dragar y a la argentina para balizar. Privatizar la Hidrovía Paraná – Paraguay abre la puerta al completo descontrol de una problemática que ya ubica al sistema fluvial como un punto nodal en el tráfico de estupefacientes a nivel global”.