El virtual empate en la provincia de Buenos Aires marcó la suerte de Unión por la Patria, que tampoco cosechó lo esperado en el norte del país. Primeras certezas sobre el futuro gabinete.

Por Damián Verduga

A solo 20 días de cumplir 40 años de continuidad democrática, Argentina tuvo una vuelta de campana inédita. Javier Milei se transformó en el primer presidente electo que abiertamente justifica la última dictadura militar. El líder de extrema derecha ganó el balotaje con el 55,6% de los votos. Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria (UxP) y ministro de Economía, obtuvo el 44,30%.
Una de las claves para entender el resultado es analizar su distribución geográfica. ¿Qué pasó en los principales distritos? ¿Dónde estuvieron los bastiones de Milei y en qué lugares al peronismo no le alcanzó para emparejar la contienda?
La Provincia de Buenos Aires representa el 37% del padrón nacional y es uno de los principales bastiones del peronismo. Massa ganó en territorio bonaerense, pero por una diferencia ajustada. Sacó el 50,8% frente al 49,2% de Milei. Una de las apuestas de UxP era conseguir una diferencia más amplia en territorio bonaerense. Creció cerca de siete puntos respecto de la primera vuelta, pero quedó lejos de acariciar el 60% al que aspiraban quienes hacían el poroteo y apostaban a equilibrar con esos números las dificultades que se sabía que habría en la franja central del país.

En la provincia ocurrió lo mismo que en casi todo el territorio nacional: el respaldo explícito de Mauricio Macri y Patricia Bullrich consiguió el objetivo de que caudal electoral de Bullrich ‒que había salido tercera‒ se sume casi matemáticamente.
El núcleo de la victoria de la extrema derecha se concentró en las provincias donde Juntos por el Cambio también es fuerte. En Mendoza sumó 71%; en Córdoba, 74%, en Santa Fe, 62%; en Entre Ríos, 61%. Excepto por Córdoba, son distritos en los que ganaron gobernadores radicales o del PRO. Son las diferencias que el peronismo apostaba a equilibrar en suelo bonaerense y en el Norte Grande, sus dos bastiones habituales a nivel nacional.


¿Qué pasó entonces en el Norte? Milei ganó en todas las provincias excepto en Formosa, en la que Massa consiguió el 56% frente al 44 de su rival, y Santiago del Estero, donde el candidato de UxP se alzó con el 68% y el de la Libertad Avanza, con el 32.
En Misiones, Chaco, Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja y Catamarca se impuso el libertario. Fueron resultados mucho más parejos. En Tucumán, por ejemplo, Milei consiguió el 51% y Massa, el 49%.
Estas provincias son de las que más dependen de los aportes del tesoro nacional y en las que el empleo público tiene un rol central en el funcionamiento de la economía. De hecho, el gobernador peronista Ricardo Quintela (La Rioja) y el radical Gerardo Morales (Jujuy) habían alertado públicamente sobre las dificultades para sostener el funcionamiento básico de sus distritos frente a una potencial victoria de Milei. Sin embargo, las advertencias parecen no haber tenido efecto.

El peso electoral de la Patagonia es más bajo, pero para el análisis político y una evaluación sobre lo ocurrido, hay que recorrerla. Al igual que las provincias del Norte, Tierra del Fuego depende en gran medida del régimen de promoción industrial que sostiene el Gobierno nacional: los «subsidios» a los que Milei se opone con vehemencia. A pesar de esto, el flamante presidente electo se impuso con el 53% de los votos, frente al 47% de Sergio Massa. En Santa Cruz, Chubut, Neuquén y Río Negro también logró el primer lugar con diferencias de entre el 8% y el 12% sobre el ministro de Economía.
Desde el punto de vista geográfico, la victoria de la extrema derecha fue contundente. Cuánto de ese voto adhiere realmente a las ideas de Milei y cuánto es producto del enojo es uno de los enigmas que se irán despejando a medida que avance el plan de ajuste y represión que Milei ya anunció ‒con otras palabras‒ en su primer discurso en el Hotel Libertador.

Nombres en danza

Al igual que la meteórica carrera a la presidencia de su líder, La Libertad Avanza es una estructura política nueva. Este lunes 20 de noviembre por la mañana Milei comenzó a esbozar algunos de los nombres que serían parte de su gabinete, teniendo en cuenta que el ya había anunciado una reducción de la estructura del Gobierno nacional a solo ocho ministerios.
El presidente electo por ahora confirmó al abogado Mariano Cúneo Libarona como ministro de Justicia. Cúneo Libarona ha sido protagonista de varios casos resonantes. Fue defensor de Guillermo Cóppola durante la mediática causa del «jarrón» ‒en el que habían encontraron droga que luego se comprobó que había sido plantada‒ en la década de 1990. También defendió a dos policías acusados robar un video del despacho del juez Juan José Galeano, que investigaba el atentado a la AMIA y luego fue acusado por encubrimiento. Estos son algunos de sus antecedentes.
La excandidata a gobernadora bonaerense, Carolina Píparo, se haría cargo de Anses, según lo anunciado por Milei este lunes. Al Banco Central iría Emilio Ocampo, el ideólogo del plan de dolarización que el flamante presidente prometió durante la campaña. También estaría confirmada Diana Mondino como futura canciller, Guillermo Francos en Interior y Sandra Pettovello al nuevo ministerio de Capital Humano que crearía Milei.
No está claro el alcance del acuerdo con la dupla Macri-Bullrich en la formación de nuevo Gobierno. Son solo trascendidos en los que los socios estratégicos de Milei le habrían pedido la conducción de YPF y algunos lugares claves en Economía. 

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