El informe del Indec detalló que el 60 % de la población argentina ocupada ganó hasta $ 90.000 entre octubre y diciembre de 2022. El impacto de la inflación en los salarios.
El Indec difundió el informe que mide el estado de desigualdad de la población en condiciones para trabajar y los resultados arrojaron una sensación de estancamiento. A pesar de que la economía creció un 5,2% en 2022, esto no se tradujo en una mejora de la distribución del ingreso debido a la degradación salarial que produce la inflación.
El 60 % de la población argentina ocupada ganaba hasta $ 90.000 entre octubre y diciembre de 2022, un año en que la economía creció el 5,2% y la inflación ascendió al 94,8%. El organismo dio a conocer su informe trimestral sobre “Distribución del Ingreso”, el que incorpora el Coeficiente de Gini, una relación matemática que tiene al «0» como el nivel de mayor igualdad y al «1» con el mayor desequilibrio.
Esta relación alcanzó en el cuarto trimestre del año pasado un valor de 0,413 puntos, idéntico al de igual período del 2021. ¿Cómo evolucionó a lo largo del año? en el primer trimestre fue del 0,430, en el segundo a 0,414 y en el tercero a 0,424, para descender nuevamente sobre el último tramo del año y volver al mismo nivel de 2021.
La ambivalencia a lo largo del año pasado depositó al equilibrio social en el mismo punto de partida, por lo que el crecimiento no se correspondió con el desarrollo, una máxima económica que el Frente de Todos no logró establecer en su gestión. El ingreso per cápita promedio de la población activa (casi 30 millones de argentinos) se ubicó en los $ 58.867, marcando una caída del 5% real a nivel interanual.
Cómo es el mapa de ingresos en Argentina
Este promedio esconde cierta disparidad entre los deciles que componen la cadena de ingresos: los deciles más bajos (1-4) cayeron un 5% real, al igual que los ingresos de los deciles medios (5-8), en tanto que para los más altos (9-10) fue de un 4,5% real promedio. Los hogares que pertenecen a los deciles del 1 al 4 (inclusive) presentaron un ingreso per cápita medio de hasta $ 40.911, el cual no les alcanzó para cubrir la canasta básica total promedio del mismo período ($ 47.271).
Comparando con el segundo trimestre del 2017, último pico de los ingresos laborales, en ese momento sólo los hogares pertenecientes a los deciles del 1 al 3 no podían cubrirla, reflejando así la perdida de poder adquisitivo de los hogares en la actualidad.
El 62,2% de la población total, unas 18,1 millones de personas, percibió algún ingreso, cuyo promedio fue igual a $ 92.881. Por décimo trimestre consecutivo, la brecha entre los ingresos per cápita entre el decil más alto y el más bajo se contrajo. El ingreso per cápita del 10% de los hogares con mayores recursos fue de $ 218.339 mensuales contra apenas $ 14.498 para el 10% de los hogares más pobres.
La mejora relativa entre los ingresos del decil más bajo y el más alto parece haber sido influenciada por una aceleración en la inflación hacia el final del 2022. En este sentido, la compresión de los ingresos vino acompañada con 38 mil hogares (extrapolado al total de la población) que dejaron de estar en el décimo decil (disminuyendo de categoría), mientras que 144 mil hogares dejaron de ubicarse en el primer decil (subiendo de categoría).
La caída en términos reales para el décimo decil fue del 2,8% anual, mientras que el primero se mantuvo constante. Vale recordar que en los hogares con menos recursos viven 4,3 millones personas (absorben el 14,7% de la población total) y en los hogares de mayores recursos solo 1,7 (5,9% de la población total), diferencia que profundiza las implicancias de la brecha.
Qué espera el 2023
Para el 2023 se espera que los mayores niveles de inflación deterioren el entramado social, debido a una informalidad con mayor presencia en los deciles más bajos. En este sentido, el salario real para el sector no registrado cayó 15% real anual en diciembre de 2022 y este año difícilmente cambie el panorama. Además, el gasto en asignaciones familiares cayó a un ritmo del 40% real anual durante el primer bimestre del 2023, mientras que el Presupuesto aprobado contempla una contracción del 20% real.
El ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de $ 123.878, con un aumento del 79,8% interanual, mientras que, en el caso de aquellas sin descuento jubilatorio, el ingreso promedio equivale a $ 56.418, con un alza del 97,3% interanual, por encima de la inflación que resultó del 94,8%. En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 77,7% de los ingresos totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 22,3% restante.
A fines de marzo, el Gobierno oficializó el incremento del salario mínimo, vital y móvil, que será de $ 80.342 a partir del 1 de abril, de acuerdo a lo resuelto la semana pasada por el Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. A partir del 1 de mayo, la remuneración base será de $ 84.512 y, desde el 1 de junio, de $ 87.987.
Por otra parte, se incrementaron también los montos mínimos y máximos de la prestación por desempleo, que actualmente son de $ 22.316,76 y de $ 37.194,60, respectivamente. Desde mayo, serán de $3.475,07 y de $39.125,12, respectivamente y, finalmente, desde junio serán de $24.440,33 y $40.733,88, respectivamente.
Fuente: (El Destape)