El gobernador bonaerense, que vino a la ciudad para participar de la reunión del Consejo Federal de la Hidrovía, se opuso a la principal tarea que le asigno el presidente Fernández al Ministerio de Transporte.
Durante su paso por Rosario, el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, se opuso el viernes a que se realice una nueva concesión de la hidrovía y anunció su posición de que sea el Estado el que se quede con la administración del sistema troncal de navegación y contrate a las dragadoras bajo un esquema similar al de la obra pública.
El dato político es que el gobernador bonaerense salió a oponerse a una nueva concesión del sistema troncal de navegación justo en el acto en que se ponía en funcionamiento el Ente Nacional de Control y Gestión de la hidrovía cuya tarea, según el decreto presidencial que lo creó, es –precisamente- licitar una nueva concesión privada.
Es más, el planteo de Kicillof hizo emerger públicamente una particularidad del proceso que no reconoce antecedentes en Argentina que es que un ente de control sea el que cobre tarifas a los usuarios (en este caso peajes a los barcos), una disposición que ya venía generando ceños fruncidos del sector empresario, pero en privado.
Rosario, capital de la hidrovía
El viernes se realizó en la Estación Fluvial de Rosario la reunión del Consejo Federal de la Hidrovía, organismo consultivo y de debate sobre políticas de desarrollo para transporte fluvial presidido por el Ministerio de Transporte de la Nación y del que participan los gobernadores de todas las provincias con frente fluvial.
La reunión tuvo por objetivo presentar y poner en funcionamiento el consejo directivo del Ente Nacional de Control y Gestión que llevará adelante el proceso licitatorio de la Vía Navegable Paraná- Paraguay prometiéndolo hacer desde una perspectiva federal. Y tras la reunión del Consejo se realizó el primer encuentro del Ente.
Kicillof llegó a Rosario para participar de la reunión del Consejo junto con el resto de los gobernadores, como Jorge Capitanich (Chaco), Gildo Insfrán (Formosa) y la vicegobernadora María Laura Stratta (Entre Ríos); en un encuentro presidido por el ministro de Transporte de la Nación, Alexis Guerrera. En la ciudad lo esperaba el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti. En ese encuentro, que se pudo seguir por streaming, las provincias expusieron sus agendas de prioridades pero además se debatió sobre la necesidad de cambios normativos e impositivos, que trascienden a la hidrovía, pero que se plantearon como muy necesarios para recuperar la actividad de las líneas navieras argentinas y la actividad de la industria naval.
En su primera intervención, Kicillof arrancó marcando posición señalando que “es bienvenido que se hable de sistema troncal de navegación y se la deje de llamar hidrovía” y resaltó lo provechoso del cambio de enfoque en su administración ya que “es un cambio substancial que el Estado haya recuperador el cobro del peaje porque así hay más control y mejor dimensión de la ecuación económica que está en juego”.
Ocurre que en septiembre del año pasado, al vencerse la concesión (previo a extensión, ya que el fin operaba en mayo) a la empresa Hidrovía SA, el Ministerio de Transporte le dio la concesión a la Administración General de Puertos (AGP) que se hizo cargo de la gestión de la vía navegable (y por ende cobrando el peaje a los barcos) contratando (y también licitando) a empresas privadas las obras necesarias para su mantenimiento; todo hasta que el Ente concrete una nueva licitación para un operador privado. Y si bien el objetivo era llegar para septiembre 2022 con la nueva concesión privada, recién en mayo se reunió por primera vez el consejo directivo del Ente y, si bien no anunciaron fecha, se espera que para noviembre estén los pliegos con lo que la definición quedará para el 2023, año de elecciones presidenciales.
Fuente: (Rosario3)