Para entender la crítica situación por la que vienen atravesando las y los trabajadores municipales de la ciudad de La Paz, hay que repasar lo acordado para el período 2022 entre los dos gremios y el ejecutivo. Ese ejercicio indica que, claramente la planta permanente municipal integra el último escalón de ingresos de toda la provincia. ¿Qué piensa hacer el intendente?

Repaso del último acuerdo

El municipio de La Paz le otorgó a sus empleados, un 45% de aumento para todo el año, y recién el pasado mes de octubre se logró efectivizar el último 15% de ese acuerdo.

En esa misma línea, no solo quedan afuera los dos meses restantes del 2022 en los que no se sabe cuál va a ser el planteo que realicen los sindicatos, especialmente desde el SEYOM que representa a la mayoría, sino que todo el proceso que se viene arrastrando desde enero, fue a pérdida. No se llegó nunca a empatar a los índices oficiales de precios e inflación. «La variable de ajuste para esta gestión siempre fue el laburante», expresa indignada una agenta con 21 años de antigüedad.

En este oscuro contexto actual, los municipales paceños arrancarán el 2023 con un sueldo que ya perdió el 50% de su poder adquisitivo, si lo comparamos con empleados públicos de la provincia, como se hace habitualmente, que estos últimos lograron un 94,45%.

La inflación continuó creciendo mes a mes y los acuerdos quedaron devaluados, tanto como el dinero que ingresaba al bolsillo de los municipales. Pero nadie acusaba recibo.

Sin anuncios serios, sin reuniones paritarias, sin mejoras a la vista y con los sueldos más bajos a nivel municipios de toda la provincia, en La Paz la situación de las familias que dependen de ese ingreso, la están pasando muy mal.

La situación es catalogada como una verdadera vergüenza y es la primera vez en la historia de la ciudad, en que las familias municipales llegaron a una escala tan baja en sus ingresos. No es comparable ni siquiera con la etapa en la que se cobraba con cuasi monedas durante el gobierno de Montiel y sus devaluados federales.

Lo más duro del panorama actual por el que atraviesa el sector, es el silencio absoluto por parte del intendente y su equipo ejecutivo. Además, y tal como lo denuncia un grupo de empleados, no es parte de la agenda mediática debido a las presiones que podrían estar recibiendo algunos medios a través de pautas publicitarias.

Sarubi y equipo junto a Hugo Segovia del SEYOM (archivo)

Agravante

Hace apenas una semana que se desarrollaron los comicios para determinar la conducción del gremio mayoritario (SEYOM), en donde finalmente, logró tener continuidad la conducción que viene avalando este tipo de atropellos, como lo denuncian entre pasillos.

La situación es catalogada como una verdadera vergüenza y es la primera vez en la historia de la ciudad, en que las familias municipales llegaron a una escala tan baja en sus ingresos. No es comparable ni siquiera con la etapa en la que se cobraba con cuasi monedas durante el gobierno de Montiel y sus devaluados federales.

Hay quienes aseguran que, un agravante al panorama, es el “acuerdo” que pre-existió entre el intendente y la línea ganadora ya que si se lograba una renovación en la conducción del gremio, al otro día se podrían haber planteado medidas de fuerza para exponer y denunciar este presente que atraviesa el conjunto de los empleados y empeladas del municipio.

En esa misma línea, se atrevieron a denunciar que, el propio intendente Sarubi habría “bajado línea” para que le dieran continuidad a Hugo Segovia en el sindicato, con quien existiría algún acuerdo que, según denuncia un sector de trabajadores, es de conveniencia para unos pocos y deja afuera a la gran mayoría.

Sin anuncios serios, sin reuniones paritarias, sin mejoras a la vista y con los sueldos más bajos a nivel municipios de toda la provincia, en La Paz la situación de las familias que dependen de ese ingreso, la están pasando muy mal.

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