El jueves 6 de enero, referentes del Movimiento Popular “Los Pibes”, la Unidad Productiva Martín “Oso” Cisnero UTEP 19-20 y la Huerta Comunitaria, realizaron un primer encuentro para diagramar las accione s acorto plazo, enmarcadas en la agenda que los Movimientos Sociales desarrollarán durante el 2022.

Según lo indicó el Coordinador General de UTEP 19-20, Juan Carlos Sánchez, en esta primera reunión, “se analizó la situación política y social de los trabajadores de la Economía Popular  a partir de allí, se planificarán nuevos proyectos para avanzar en la generación de empleo genuino y el sostenimiento de programas que ayudan a los compañeros y compañeras en los nuevos desafíos de este año”.

La situación de los contagios también es una parte de la agenda junto con la necesidad de continuar concientizando en el territorio acerca de la importancia de contar con el esquema completo de vacunación contra el Covid-19.

Cabe recordar que, el año pasado se ha logrado ingresar en programas que sostienen emprendimientos productivos a través de equipamientos y talleres. La idea es que en el 2022, esas herramientas y capacitaciones continúen.

En otro orden de cosas, la urbanización de Barrios Populares, continuará significando una de las principales banderas que levantan estos movimientos sociales en La Paz, ya que se han alcanzado algunos objetivos pero aún queda mucho por delante.

Los obstáculos para las familias vulnerables siempre son mucho más difíciles de atravesar. Ante la política económica actual, con grandes problemas para salir adelante, planteados un poco por la pandemia y otro poco por la discusión que se viene dando en la negociación con el FMI, cualquier tipo de ajuste, golpea mucho más rápido y más fuerte a los humildes de la Patria.

Cuando los sujetos de derecho se identifican como factor de fuerza o masa crítica, se extermina aquel interrogante que dice: ¿para qué perder el tiempo en un esfuerzo inútil?. Los movimientos populares paceños vienen ganando fuerza, en la organización y en la concreción de políticas que dignifican la vida de los más débiles. Saben muy bien que el pesimismo tuvo sus intentos durante el macrismo, pero lejos de resignarlos, los activó como alguna vez lo hizo aquel gran estallido del 2000 y 2001. No hay tiempo para perder, hay que resistir luchando. Ese paradigma de salir hacia adelante y con dignidad, es lo que ha cargado de sentidos políticos a estas organizaciones.

Después de uchos años de lucha contra la pobreza, han llegado a la conclusión de que el optimismo frente a problemas aparentemente insolubles, es una elección. Además, tal como lo hemos escuchado expresar a Juan Carlos Sánchez cuando recién creaba el Frente Barrial Pocho Lepratti, “si la causa es justa y creo que luchar para conseguir  los medios para marcar una verdadera diferencia en las vidas de los pobres lo es, un espíritu optimista se termina convirtiendo en una responsabilidad moral».

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *