Los valores de los distintos cortes registraron una moderada suba en septiembre (1,8%), mientras que en términos interanuales el incremento fue de 67,6% promedio, por debajo de la inflación estimada para el mismo período que es del 83,9%.

El impacto de la sequía en un mayor faenado de ganado, la sostenida baja de consumo de carne y una menor presión de los precios internacionales del maíz favorecieron en los últimos meses un proceso de estabilización en el precio de la carne bovina, según un informe elaborado por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).

Si se analiza la evolución de precios promedios de carne vacuna de los últimos cuatro meses, el incremento promedio de los cortes fue de 1,4% en junio, 0,0% en julio, 1,2% en agosto y 1,8% en septiembre.

Mientras que la suba de precios de los alimentos que mide el Indec fue muy superior en ese período: 4,6% en junio, 6,0% en julio, 7,1% en agosto y 6,0% en septiembre (estimado).

«La evolución del precio de la carne vacuna se explica, en buena medida, por el efecto sequía (que mejora la oferta), la caída del consumo y por la situación internacional (donde los precios a la baja evidentemente influyen sobre el mercado local)», señaló el informe del CEPA.

A esto se suman «la evolución del precio del maíz (que, si bien se incrementó, sólo cerró la brecha con el precio de hacienda) y un escenario internacional que exhibe niveles de precios de alimentos a la baja (junto con una demanda decreciente de exportaciones), por lo que el efecto “contagio” sobre las categorías no exportables resulta en movimientos de precios poco significativos».

En cuanto al nivel del consumo de carne bovina, el monitor ganadero anual de la Bolsa de Comercio de Rosario muestra que el consumo per cápita de carne vacuna continúa perforando el nivel histórico, situándose en septiembre en 46,7 Kg/hab/año.

Cabe agregar que en los últimos meses aumentó la oferta en faena (+8,5% en agosto en comparación a igual mes de 2021) y, en lo que va del año, el crecimiento acumulado es del 4,4%, totalizando 2.044.653 toneladas, 85.500 toneladas de carne más que las producidas un año atrás, algo que podría ser explicado por el efecto de la sequía.

«Sin embargo, noviembre y diciembre son meses donde suele aumentar el consumo, mostraron nuevamente incrementos sensibles en el precio de la carne promediando 11% y 10% respectivamente», advirtió el trabajo del Observatorio de Precios del CEPA.

De cara a los próximos meses, el informe señaló que hay que «seguir de cerca» la evolución de la demanda china por un posible de consumo en ese pais y del precio del maíz, ya que «la menor cantidad de maíz ofertado hacia finales de año suele generar presiones al alza de los precios de la carne».

El rubro carne representa buena parte de los consumos de las y los argentinos, dado que su consumo representa, en la conformación del índice de precios al consumidor (IPC) entre 7% (GBA) y 13,3% (noreste) del total.

Fuente: (Télam)

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